Rama libia de EI avanza desde Sirte hacia Misrata
12 de mayo de 2016Los yihadistas se han hecho con el control de Abu Qrin, Zamzam y Akaddahih, donde capturaron a decenas de jóvenes, algunos de los cuales habían huido de la propia Sirte, según confirmaron fuentes de seguridad libias este jueves (12.5.2016).
Además, asaltaron el Banco Central de Abu Qrim, cuyo interior redujeron a cenizas. En el frente este, las fuerzas de la organización terrorista Estado Islámico han llegado ya hasta los alrededores del estratégico cruce que une la localidad de Nufaliya y el puerto petrolero de Ras Lanuf, uno de los mas importantes del país, y han sembrado la zona de minas, agregaron las fuentes.
El denominado Gobierno de Unidad libio anunció a finales de abril que prepara una ofensiva para liberar Sirte, bajo control yihadista desde junio de 2015, e instó a todas las fuerzas del país a aparcar sus diferencias y sumarse a la misma sin buscar beneficios políticos propios.
Sin embargo, la decisión adoptada esta semana del antiguo gobierno rebelde en Trípoli de establecer su propio centro de mando militar ha añadido más confusión a la ofensiva, que nadie sabe cuando podría comenzar.
Intereses divergentes abren la puerta nueva guerra en Libia
Con el anuncio del gabinete liderado por Jalifa Ghwell son ahora tres los "centros de operaciones" que se preparan de forma descoordinada para el supuesto asalto de la ciudad, de la que miles de civiles han huido en los últimos días.
A parte de las tropas bajo el mando del antigua autoridad en Trípoli, considerada rebelde por la comunidad internacional, a las puertas de la ciudad operan los centros de mando dirigidos por el propio gobierno de unidad y por el general Jalifa Hafter, jefe del Ejército regular afín al Parlamento en Tobruk.
El primero está formado por seis oficiales, coordina el frente occidental y únicamente recibe ordenes de Fayez el Serraj, responsable del citado gabinete de unidad y del Consejo Presidencial designado por la ONU que lo nombró.
Expertos advierten que la falta de coordinación y los intereses divergentes de los grupos, especialmente de Hafter, amenazan con hacer fracasar la ofensiva y con abrir un nuevo episodio en la actual guerra civil libia.
La descoordinación también favorece a los yihadistas, que ya han comenzado a lanzar ataques en el frente oeste y a buscar aliados en el este, donde han prometido a las tribus una amnistía general si se suman a su causa.
El lunes, el brazo de propaganda de la rama libia del EI aseguró que su objetivo es celebrar en esa ciudad el mes de ayuno islámico o Ramadán, que comienza a principios de junio.
CP (efe, afp)