¿Qué profesionales calificados necesita realmente Alemania?
31 de marzo de 2023Las consecuencias de la pandemia de coronavirus parecen haberse superado económicamente. Entretanto, la economía alemana se ha ajustado a la guerra de Ucrania y sus costos. La latente crisis bancaria de Estados Unidos y Suiza tampoco afecta a las finanzas germanas. No habrá una recesión profunda y el mercado laboral se muestra estable.
Pero esta semana dos estudios diferentes meten el dedo en la llaga: la falta de trabajadores calificados en Alemania. En su "Informe sobre Trabajadores Cualificados, de diciembre de 2022”, el Instituto de la Economía Alemana (IW, por sus siglas en alemán) constata que, aunque el déficit de personal calificado se ha reducido un poco en el periodo estudiado, se mantiene "en un nivel elevado".
La Asociación de Cámaras de Industria y Comercio Alemanas (DIHK) incluso concluye que "la escasez de mano de obra competente va en aumento".
Escasez en todos los sectores
En entrevista con DW, Stefan Hardege, experto en mercado laboral de la DIHK, afirma que el problema de la "escasez de profesionales calificados" ya no es exclusivo de un sector: "Ahora es un problema que existe en todos los sectores. Afecta a profesiones muy diversas".
Al margen, Sabine Köhne-Finster, coautora del informe del IW y consultora en el Centro de Competencia para Asegurar la Mano de Obra Calificada (KOFA), especifica que el sector social se ve muy afectado, con falta de "pedagogos sociales, trabajadores sociales y educadores. Y la mayoría de ellos en geriatría y enfermería". Otros ámbitos, como la metalurgia y el sector energético de electricidad, carecen no solo de trabajadores calificados, sino también de "expertos, gente con títulos universitarios. Ahí es donde falta más gente y la situación está empeorando”, apunta.
Una paradoja continua
Por su parte, Stefan Hardege señala una paradoja que se viene observando desde hace años: "Cuando se ve el número de desempleados en Alemania, que son unos 2,5 millones, y junto a ellos estas muchas vacantes, surge la pregunta de por qué esto no cuadra". Y aporta una posible respuesta: "A menudo vemos que las competencias de los desempleados no coinciden con las que buscan las empresas”.
"Muchas veces se acusa a aquellos que solicitan empleo no solo de tener una formación insuficiente, sino también de ser demasiado exigentes, y muchos jóvenes ya no quieren trabajar ocho horas al día". Es cierto, dice Hardege, que los solicitantes se encuentran actualmente en una buena posición porque están muy cotizados y pueden exigir mejores condiciones de trabajo o salarios más altos, pero esa no es en absoluto la causa de la escasez.
¿Qué hacer?
Pero los empleados también podrían contribuir a resolver el problema, cuenta Sabine Köhne-Finster a DW, y aboga por mayor flexibilidad: "Simplemente hay que echar un vistazo: ¿Cómo han cambiado las profesiones? ¿Hay otras que quizá sean similares? ¿Puedo contribuir a minimizar la escasez de trabajadores calificados adaptándome e incorporándome a otras profesiones?
En general, Köhne-Finster aplaude "los esfuerzos para facilitar la llegada de profesionales competentes". Sin embargo, "también hay que reforzar la formación profesional”, señala.
Stefan Hardege tiene un enfoque ligeramente distinto. "Ante todo, es tarea de las empresas hacer frente a la escasez de mano de obra calificada mediante soluciones flexibles y buenas ofertas. Las empresas intentan volverse más atractivas para atraer a profesionales calificados, hacer buenas ofertas para compaginar familia y trabajo o permitir el trabajo remoto. Eso es sin duda importante". Pero aún así, sin las condiciones adecuadas, poco sucederá.
Facilitar la inmigración
El 29 de marzo, el Gobierno Federal propuso una ley para reorganizar la inmigración y, en particular, facilitar la entrada de trabajadores extranjeros calificados. Hardege destaca su importancia: "Es bueno y acertado que el Gobierno haya abordado ahora la ley, que va en buena dirección en muchos aspectos”, afirma.
Sin embargo, y en esto coinciden ambos: "La aplicación será importante". La nueva normativa debe "funcionar bien y rápido", dice Hardege, y también hay que crear estructuras adecuadas.
La afluencia de trabajadores extranjeros calificados, no obstante, no puede resolver el problema por sí sola. Es importante, pero, según Hardege, tampoco hay que dejar de lado a los trabajadores alemanes: "Tenemos que procurar aprovechar mejor el potencial que hay en casa, la clave estaría en las mujeres y las personas mayores. Ambas soluciones son necesarias, tanto trabajadores extranjeros calificados como trabajadores alemanes, porque según la evolución demográfica, eso por sí solo probablemente no bastará”.
(ee/ers)