¿Qué misterios guarda Berlín en sus entrañas?
17 de junio de 2017En la estación de metro Gesundbrunnen de la línea U8 del subterráneo berlinés, en un descanso de las escaleras hay una puerta verde en la que difícilmente alguien repara cuando corre tras el ferrocarril. Pero cada tanto, esa puerta se abre y un grupo de curiosos se prepara para conocer los secretos que aún guardan las entrañas de la capital alemana. Tras ingresar y recibir una breve charla de seguridad, aparece ante la vista del visitante un búnker de la Segunda Guerra Mundial.
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No es el único. Hay decenas. Y quienes los cuidan, estudian, recuperan y administran desde hace 20 años son los miembros de Berliner Unterwelten, un grupo de personas interesadas en la historia que se organizaron por su cuenta para revalorizar este tesoro que se escondía bajo sus pies. Entre sus miembros hay varios latinoamericanos, quienes también ofician de guías en los distintos tours que periódicamente se realizan para turistas y aficionados.
Uno de ellos es el argentino Christian Luttrell, quien cuenta a DW que esta asociación sin ánimo de lucro fundada en 1997 busca analizar no solo los vestigios de la Segunda Guerra Mundial, "sino también otras estructuras, desde fábricas de cerveza de la época del káiser hasta túneles de fuga bajo el Muro de Berlín. Con este mismo fin también realizamos seminarios y hemos publicado diversos libros en alemán. El autor de muchos de ellos es Dietmar Arnold, quien es también uno de los doce miembros fundadores del grupo”.
Y usted, señor Luttrell, ¿cómo llegó a vincularse con Berliner Unterwelten?
Mi primer contacto fue mediante la exhibición "Mythos Germania”. Entré como visitante y salí prácticamente como un iniciado. De alguna manera ya sabía que quería participar más en este tipo de proyectos. La muestra documenta el vínculo que había entre los planes urbanísticos del estudio arquitectónico de Albert Speer y los crímenes de lesa humanidad que se cometían simultáneamente en Berlín durante esa misma época.
¿Cuántos guías hispanoparlantes trabajan en esta asociación?
Al comenzar a trabajar como guía éramos solo tres haciendo tours en castellano. Hoy somos doce de diferentes regiones de España y de Latinoamérica: Chile, Argentina, Brasil, Ecuador. Como las publicaciones de Berliner Unterwelten aún no se han traducido al castellano, nuestras visitas guiadas son importantes para quienes no hablan alemán y quieren saber algo más de la historia oculta bajo las calles de Berlín.
Veinte años de trabajo
Los recorridos incluyen la torre antiaérea de Humboldthain, hoy cubierta con vegetación casi en su totalidad, así como búnkeres antiatómicos, exposiciones permanentes y recuperación de bienes que, incluso, han servido para ayudar a víctimas del régimen nazi. Muchos de los recorridos han sido acondicionados, recuperados y preparados para que el visitante comprenda cabalmente lo que sucedía bajo tierra. El búnker de la Segunda Guerra Mundial en el metro, por ejemplo, tiene maletas, camas y otros objetos que sirven para contextualizar la tragedia de la guerra.
Este 2017 se cumplen 20 años desde la creación de Berliner Unterwelten. ¿Qué tienen planificado para celebrar?
Durante todo el 2017 estamos llevando a cabo diferentes actividades, pero el evento principal será este 17 de junio, en el cual organizamos la que hemos llamado "Lange Nacht der Unterwelten”, donde de noche abrimos al público los principales lugares de la historia subterránea de Berlín.
¿Qué tan exitosas son las visitas guiadas en español?
Solo en alemán e inglés tenemos más visitantes. En español hacemos guías prácticamente todos los días, y cada vez viene más gente. Como las estructuras que visitamos son subterráneas, a veces hay tanta gente que tenemos que dejar fuera a los que llegaron tarde a comprar sus entradas.
¿A qué atribuye usted esta fascinación?
Creo que la fascinación que producen nuestros recorridos subterráneos se debe a que en la superficie Berlín siempre está cambiando, mientras que en el subsuelo se encuentran aún cápsulas del tiempo en estas estructuras abandonadas y olvidadas.