¿Qué impacto tiene la llegada de la AfD al Bundestag?
24 de octubre de 2017Ya en la primera sesión quedó en evidencia que la entrada de la AfD al Bundestag augura polémica. El partido de derecha populista, que ya estaba presente en 14 Parlamentos regionales, comenzó por acusar a los demás de haberle arrebatado con "triquiñuelas” el honor de abrir la sesión, porque a partir de ahora el encargado de hacerlo no es el parlamentario de mayor edad, sino el que tiene más años de servicio. Es un detalle, pero podría ser indicio de lo que vendrá.
La AfD no tendrá mucha influencia en la tarea legislativa propiamente tal. Como parte de la oposición, podrá presentar proyectos de ley, pero es poco probable que logre las mayorías necesarias para que se aprueben. En cambio, se presume que utilizará los debates parlamentarios para llamar la atención sobre sus temas centrales: refugiados, orden público y la "amenaza de islamización” que a su juicio se cierne sobre Alemania.
Ruptura de tabúes
"Debido a la presencia de la AfD en el Parlamento, el debate se amplía hacia posiciones políticas que están claramente más a la derecha de la Unión Cristianodemócrata - Cristianosocial”, señala Alexander Hensel, del Instituto de Investigación de la Democracia, de Gotinga. "Este es un verdadero desafío para los partidos del Bundestag”, agrega, vaticinado que la AfD probablemente seguirá una estrategia de "ruptura calculada de tabúes” en temas como la llegada de refugiados y la historia alemana. Y con ello apuntará más a la opinión pública en general que a los otros parlamentarios.
El diputado socialdemócrata Fedor Ruhose, del Parlamento regional de Renania Palatinado, relatala experiencia que han tenido allí con la AfD. Cuenta que utiliza las sesiones para plantear temas polémicos y generar discusión sobre todo en las redes sociales. En cambio, no es muy activa en las comisiones que sesionan a puerta cerrada o las que no están en el foco de la atención pública.
Ruhose aconseja dar un trato igualitario a la AfD en el Bundestag. Igualmente recomienda no interrumpir a sus oradores, porque así se alarga el tiempo en el que disponen de la palabra y se les da mayor oportunidad de presentarse como combatientes contra el establishment.
Límites claros
Pero los demás partidos tampoco deben aceptarlo todo. "También hay límites”, subraya Ruhose, acotando que se debe decir claramente que "ese sector de extrema derecha de la AfD, que ahora está también en el Bundestag, no tiene nada que ver con el centro político”.
Esa tarea de hacer respetar los límites corresponde al presidente del Bundestag y sus vicepresidentes. No solo deben velar porque el Parlamento se atenga a los puntos que figuran en el orden del día, sino que pueden sancionar a los parlamentarios que perturben el funcionamiento de la cámara.
Más tensión
El ambiente en el Bundestag, con su nueva composición, será probablemente más tenso. Eso se vio ya en la primera jornada, cuando el parlamentario de AfD Albrecht Glaser no logró, en tres votaciones consecutivas, el respaldo necesario para convertirse en uno de los vicepresidentes del Parlamento. Diversos parlamentarios de otros partidos habían anunciado previamente que no apoyarían la nominación de Glaser, quien sostiene, por ejemplo, que el derecho a profesar libremente una religión no debe valer para los musulmanes, ya que el islam no es a su juicio un credo sino una ideología política.
Tradicionalmente, la oposición considera que su labor en el Bundestag consiste en criticar al Gobierno, pero no a otros partidos opositores. Eso podría volverse ahora diferente: los socialdemócratas y La Izquierda intentarán meter en vereda a la AfD. "Fácilmente pueden formarse en el Parlamento dos frentes: uno con la AfD y otro con todos los demás partidos”, estima Hensel. A su juicio, sin embargo, se debería evitar que cada debate se convierta en una confrontación de todos contra este partido populista, ya que ello solo reforzaría su imagen de marginación.
Autor: Jefferson Chase (ERS/CP)