Susana: la violencia sexualizada en la historia del arte
1 de noviembre de 2022Como su nombre indica, el único motivo de la exhibición es Susana y su historia recogida en la Biblia. Según esta, Susana, una piadosa y bella esposa de la alta sociedad en la Babilonia del siglo VI a.C., es acechada por dos viejos jueces lujuriosos. Cuando se desnuda para bañarse, la asaltan. Ella se defiende, con vehemencia y éxito, pero luego es acusada por ellos de haber cometido ella misma el adulterio. El juicio sigue y Susana es declarada culpable. Entonces aparece el joven Daniel y convence a la multitud de la verdadera historia. Los dos ancianos son condenados a muerte y Susana vuelve a su familia.
90 víctimas diferentes, 90 autores diferentes
La exposición, en el Museo Wallraf Richartz, deColonia reúne 90 representaciones de esta historia y es la primera de este tipo en el mundo. ¿Será que el abuso sexual siempre ha sido un tema de interés? El equipo de curadores formado por Anja Sevcik y Roland Krischel explora esta cuestión relacionando las numerosas Susanas entre sí de una manera nueva. Es un motivo muy interesante porque en él se negocian muchos papeles y temas diferentes, explica el equipo de curadores. La justicia, así como la fuerza de la fe, la castidad conyugal, la moral social, la belleza o el voyerismo.
¿Inversión perpetrador-víctima?
También queda claro cómo, cuanto más erótica es la representación de Susana, se produce una inversión: La mujer seductora se convierte en culpable. Este fenómeno ocurre incluso hoy en día, cuando a las mujeres se les acusa de ser cómplices de la violencia sexual al versirse de forma provocadora.
Una de las obras más destacadas de la exposición es Susana, de Artemisia Gentileschi. La pintora italiana del Barroco (1593-1654) fue una artista muy condecorada y ocupada, algo inusual para su época, y víctima de una violación. Cayó en el olvido y fue redescubierta por las feministas en los años sesenta y setenta. Lo que también es especial es que Gentileschi pintaba a menudo cuadros con heroínas femeninas - Judith, Lucrecia, Cleopatra, María Magdalena o Susana - y representaba a las mujeres con un carisma inusual: valientes, decididas y enérgicas. Por esto, la artista es considerada hoy en día protofeminista.
Límites, empoderamiento y la narrativa de la víctima
La exposición "Susana" también recoge excursiones ocasionales a lo contemporáneo, como el motivo de Susana en "Psicosis" de Hitchcock o las composiciones fotográficas de la artista estadounidense Zoe Leonard.
Es coherente abordar el tema de la violencia sexualizada, que tiene un problema de representación porque las ilustraciones explícitas son a menudo re-traumatizantes, a través de la historia del arte. A través del movimiento #MeToo ha quedado más que claro que sigue siendo muy necesario hablar de límites, de "consentimiento" o de "culpabilización de las víctimas" en las sociedades actuales. Por eso, el museo ofrece a las clases escolares visitas guiadas con espacios protegidos para debatir.
(ies/mn)