¿Quién le teme a los bots rusos?
31 de enero de 2018Trolls, bots y noticias falsas conforman el arsenal de un nuevo tipo de guerra que se libra en el mundo virtual, clave en la realidad de este siglo XXI. Las redes sociales se han convertido en campo de batalla de la propaganda política. En una treintena de países, los respectivos gobiernos llevaron a cabo "alguna forma de manipulación" de informaciones, de acuerdo con el informe sobre "La Libertad en Internet 2017", de Freedom House. En la mayoría de los casos, se trata de intentos de influir en la opinión pública de los propios países. Pero en otros, el blanco está en el exterior.
Los bots rusos
Rusia es mencionada insistentemente como sospechosa de intentar influir en procesos electorales, comenzando por los comicios presidenciales que llevaron a la Casa Blanca a Donald Trump. Twitter detectó más de 3.800 perfiles relacionados con la Internet Research Agency, de San Petersburgo, considerada una base de las campañas rusas en las redes sociales. Un 8,4 por ciento de los trinos posteados allí en las semanas previas a los comicios se refería a estas elecciones. Además, Twitter descubrió otros 13.500 bots "vinculados con Rusia", dedicados a difundir mensajes automáticamente.
Sospechas de injerencia rusa se han planteado también en torno a los referendos sobre el brexit y sobre la independencia de Cataluña. Este último caso fue analizado por la investigadora del Real Instituto Elcano Mira Milosevic Juaristi, según quien "el hecho de que desde 2014 la guerra de la información forme parte de la Doctrina Militar, refleja que el Kremlin considera que Rusia está involucrada en una guerra de la información a gran escala".
En este contexto podrían inscribirse las acusaciones de que Rusia intentaría influir en los procesos electorales de países latinoamericanos como México y Colombia. Según el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, H.R. McMaster, Moscú puso ya en marcha un plan para interferir en los comicios mexicanos, probablemente con la intención de favorecer al candidato izquierdista Manuel López Obrador, algo que el Kremlin desmiente.
El "patio trasero"
"Son solo acusaciones basadas en suposiciones. No hay pruebas claras de que Rusia tenga intenciones de influenciar las elecciones en México”, afirma Alexandra Sitenko, investigadora de la Universidad de Leipzig especializada en las relaciones entre Rusia y América Latina. Si bien estima que a Moscú le convendría que llegara al poder un gobierno de izquierda, hace notar que "Rusia tiene claro que México es el vecino más cercano de Estados Unidos y que no puede tratar de interferir abiertamente en el proceso electoral en ese país".
Sin embargo, precisamente esa cercanía podría ser una motivación. La tesis de que Rusia intenta responder al avance de Occidente en su antigua esfera de influencia, incrementando la suya en el "patio trasero" de Estados Unidos, parece plausible. "Es un factor que tiene un papel", dice Sitenko, pero destaca que Rusia está intensificando sus relaciones con todos los países de América Latina. "Según la concepción de Rusia, Latinoamérica, a la par que Asia, puede convertirse en una de las regiones decisivas en sus relaciones internacionales a futuro”, indica, explicando algunas causas: "Es rica en recursos naturales; hay países como Brasil, Argentina o México, que son miembros del G20; y es la región cuya visión de política internacional coincide más con la de Rusia, en cuanto a la construcción de un mundo multipolar, al papel de organizaciones internacionales como la ONU, y al principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados".
Pero es justamente de intentos de injerencia de lo que acusan a Rusia figuras como McMaster y también Frank Mora, exsubsecretario de Defensa de Estados Unidos y director del programa para América Latina en la Universidad Internacional de la Florida. "En el caso de Colombia, lo que hemos visto por ahora es que están utilizando las redes sociales para generar desconfianza y confusión entre el electorado", sostuvo Mora en una entrevista con el periódico "El Tiempo".
Más pragmatismo
Alexandra Sitenko sostiene en cambio que las relaciones de Rusia con Latinoamérica en el siglo XXI son mucho más pragmáticas que antes y que el componente ideológico que dominaba en las relaciones exteriores de la Unión Soviética ya no es tan importante. Los vínculos actuales están basados en buena medida en un componente económico y comercial, asegura, poniendo como ejemplo el caso de Argentina. "Antes de las elecciones pasadas hubo muchos rumores acerca de que si ganaba Mauricio Macri los vínculos iban a perder fuerza, lo cual no ha pasado hasta ahora. Al contrario, hemos visto incluso un incremento del volumen comercial entre los dos países este año".
El debate, de todos modos, continúa, al igual que la batalla en las redes sociales. En el caso de la campaña electoral mexicana, por ahora lleva la delantera López Obrador, tanto en Twitter como en Facebook. Pero puede ser un arma de doble filo: según TwitterAudit, un 43 por ciento de sus seguidores en Twitter son falsos o llevan meses inactivos.
Emilia Rojas (VT)
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