¿Quién le tiene miedo a Internet?
1 de agosto de 2014Los blogueros populares de Rusia tendrán que estar, a partir de ahora, registrados de manera oficial en el Servicio de Supervisión de Prensa. Así lo establece el nuevo reglamento que entra en vigor este viernes, 1 de agosto de 2014, y que afecta a todos los operadores de sitios web, así como a los usuarios de Facebook, Twitter y otras redes sociales. Aquellos que tengan más de 3.000 visitas diarias deberán estar inscritos en una lista, con su nombre y dirección. De esta manera, los blogueros pierden su anonimato y pasan a estar sujetos a las normas que rigen los medios de comunicación en Rusia y que determinan que toda la información que se publica en Internet debe ser verificada. La Ley tiene por objeto evitar que se publiquen contenidos extremistas, así como que se lleven a cabo campañas de difamación. También castiga el lenguaje obsceno, la calumnia o publicar contenido privado de terceros.
La infracción de estas condiciones puede conllevar multas de hasta 10.000 euros o el cierre de los blogs, si el Gobierno considera que ponen en peligro el orden público. Para ello, no van a ser necesarias ni pruebas, ni una decisión judicial. Los activistas de Derechos Humanos y los críticos con el Kremlin ven en este reglamento un claro ataque a la libertad de expresión y pidieron al presidente Vladimir Putin que no firmara dicha ley.
Un mensaje a los blogueros
Anton Nossik tiene 3.021 amigos en Facebook y 148.000 seguidores en Twitter. El bloguero, de 58 años, enseña y escribe sobre periodismo digital. Como va a afectarle la nueva ley, está por verse. Sin embargo, Nossik –que fundó los portales gazeta.ru y lenta.ru, críticos con el Gobierno- está muy preocupado por la creciente restricción de libertad de expresión en Rusia: "La ley debe observarse en el contexto de una campaña nacional cuyo objetivo es intimidar y censurar", afirma.
A primera vista, la regulación de los blogueros parece difusa y difícil de aplicar. Pero, en opinión de Nossik, esa opacidad es, precisamente, el problema. Las páginas pueden ser cerradas en cualquier momento y sin prevo aviso. Pero esto no es nuevo. En febrero de este año, el sitio web del conocido bloguero ruso Alexei Navalny fue cerrado. La razón oficial fue que, desde la web de Navalny, se había instado a blogueros críticos con el Kremlin a realizar acciones ilegales. "Hasta ahora, no había habido una explicación detallada para ello", dijo Nossik, que añade: "Se tiene que entender que estamos censurados porque somos críticos, porque damos una opinión, porque informamos", comenta.
El experto digital defiende la importancia de los blogs como formas de información y de expresión críticas. "No tenemos ningún sistema de medios de comunicación independientes", dice y comenta que el blogging es un contrapeso importante a los medios oficiales. "En última instancia, son la oposición exitosa", afirma Nossik, que añade que, el hecho de que la censura ahora también se dirija a ellos, muestra como cada vez la situación es más estricta.
Maria Lipman, politóloga del Instituto Carnegie de Moscú, tiene una opinión similar. "Esto no es sólo un símbolo. Esto es un elemento de una política real, en la que la libertad se restringe constantemente”, comenta la experta. Ella considera que la regulación de los blogueros está en el marco de la política del Kremlim, que trata de excluir todos los comentarios independientes o críticos con el discurso oficial. Según la experta, también crece, desde hace tiempo, la presión del gobierno a los medios independientes. Lipman comenta que, para el gobierno, los blogueros representan y expresan las posiciones independientes y críticas y, como tales, hacer blogs populares es una amenaza para la unidad del discurso en el que se basa la autoridad del gobierno.
Malas perspectivas para la Protección de Datos
"La ley de los blogueros no es la primera en esta dirección. Y no será la última", señala la experta. Parece que la libertad de expresión no está bien vista en Rusia. Un pequeño adelanto: En los 2016 los rusos sólo podrán almacenar sus datos de carácter personal en servidores rusos.