¿Que sería de nosotros sin las abejas?
Un mundo sin abejas sería inimaginable. Le sorprenderá saber cuánto dependemos de estos laboriosos insectos, y cuán vacíos estarían nuestros supermercados sin su ayuda. Una panorámica para el Día Mundial de la Abeja.
Polen y miel
No todas las abejas son iguales. Por ejemplo, las abejas silvestres no producen miel, pero son especialmente eficientes en la tarea de polinizar. Ellas son las que están disminuyendo inquietantemente. También los abejorros se cuentan en esta categoría. Las abejas productoras de miel, en cambio, no tienen tantos motivos de preocupación, ya que los apicultores se encargan de sus colmenas.
Dulces cristales
Cuando pensamos en abejas, lo primero que se nos viene a la cabeza es esto que vemos en la foto: miel. La imagen está aumentada 100 veces y, con ayuda de luz polarizada, se hicieron visibles los cristales de azúcar. Para obtener miel suficiente para llenar un frasco, las abejas tienen que haber visitado entre 450.000 y 3.000 000 de flores.
Estantes vacíos
La miel constituye solo una pequeña parte del abanico de producción de las abejas. Un supermercado quiso ponerlo en evidencia con esta acción simbólica, en que retiró de los estantes todos los productos que no tendríamos si no existieran estos laboriosos insectos: el 60 por ciento de la mercancía.
Peras y manzanas
Naturalmente, existen otros polinizadores, además de las abejas. Por ejemplo, las mariposas, moscas y pájaros. Pero aproximadamente un tercio de nuestras frutas y verduras dependen de la polinización apícola. Entre ellas se cuentan las manzanas, peras, fresas y pepinos.
No solo vegetales
Volvamos al supermercado. Es evidente que no solo los anaqueles de frutas y verduras se han quedado vacíos. También desaparecieron los productos que contienen cera de abejas. Y son muchos.
Producto multifuncional
En la actualidad, la cera de abeja se ha vuelto prácticamente imprescindible en la industria de los alimentos. Se la utiliza, por ejemplo, para recubrir las gomitas dulces, de modo que las golosinas no se peguen entre sí. Lo mismo ocurre con otra serie de caramelos y masas horneadas.
Brillo apetitoso
¿Por qué se ven tan apetitosos los bombones? La cera de abejas suele hacerlos brillar. Lo mismo ocurre con muchas frutas, que se enceran para evitar que pierdan mucha humedad y lograr que se conserven por más tiempo frescas y con buen aspecto.
Trabajo imprescindible
A propósito de chocolate: sin las abejas, tampoco habría cacao para fabricarlo. Las abejas realizan un gran trabajo de polinización que, en su ausencia, habría que hacer con un arduo y extremadamente ineficiente método: el manual.
Cafeína para todos
No solo a los humanos, sino también a las abejas les gusta la cafeína. Así lo demostró un experimento hecho con agua azucarada, con y sin ese elemento. Las preferencias de los insectos fueron claras.
Variedad perdida
Resulta difícil hacer una lista de todos los productos que podemos encontrar en el supermercado gracias al esfuerzo de las abejas. Aparte de los ya mencionados, habría que citar muchos otros otros, como condimentos, productos lácteos y salsas.
¡Que vivan las abejas!
Lo que de todas maneras queda claro es cuánto les debemos a estos insectos, sin los cuales nuestra vida cambiaría notablemente, en sentido negativo.
¿Cómo ayudar?
Para proteger a las abejas no solo se requiere que los agricultores utilicen la menor cantidad posible de pesticidas. Todos podemos hacer algo para defenderlas. Por ejemplo, instalar "hoteles" que les ofrezcan posibilidades de guarecerse o de pasar el invierno. Poner flores en el balcón o árboles frutales en el jardín también ayuda, ya que ofrecen una fuente segura de alimentación para las abejas.