¿Qué hay detrás de los ataques de EE.UU. en Oriente Medio?
6 de febrero de 2024¿Qué objetivos fueron atacados?
Estados Unidos bombardeó varios objetivos en Iraky Siriaelsábado por la noche (3.2.2024). El Gobierno estadounidense declaró que se habían atacado más de 85 objetivos. Entre ellos, había centros de mando y de inteligencia, así como depósitos de armas pertenecientes a las Brigadas Al-Quds de la Guardia Revolucionaria iraní y a milicias asociadas a ellas. Según informes procedentes de Siria e Irak, murieron 45 personas.
¿Cuál fue el desencadenante?
Para Estados Unidos, los ataques contra objetivos en Siria e Irak son una represalia por un ataque perpetrado una semana antes. El 28 de enero, un dron atacó una base en Jordania, matando a tres soldados estadounidenses e hiriendo a más de 40 personas.
Washington culpó del ataque a la Resistencia Islámica de Irak, apoyada por Irán, y por tanto, al propio Irán. Irán y Estados Unidos son enemigos desde hace décadas. No mantienen relaciones diplomáticas oficiales desde 1980.
Los ataques contra la milicia hutíes en Yemenson, a su vez, una reacción de EE. UU. a los ataques que la milicia lleva semanas perpetrando contra buques mercantes en el Mar Rojo. Estos tienen un impacto negativo en el comercio mundial.
¿Qué podría seguir?
Los ataques del fin de semana no serán el final de la historia. El presidente estadounidense, Joe Biden, declaró que sólo eran el principio de "nuestra respuesta". Continuará "en los momentos y lugares que decidamos". El asesor de Seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan, subrayó: "Habrá más medidas: algunas conocidas, otras quizá sin precedentes".
La reacción de los estadounidenses dependerá también de lo que hagan a continuación Irán y sus milicias aliadas. Un portavoz de los hutíes ya declaró que los ataques "no quedarán sin respuesta y consecuencias".
¿Podría el conflicto salirse de control?
Sí, el peligro existe. El representante de política exterior de la UE, Josep Borrell, advirtió de una escalada en Oriente Medio: la región es "un hervidero que podría explotar".
Aunque se amenacen mutuamente, tanto Irán como EE.UU. no parecen dirigirse por el momento a un enfrentamiento militar directo. "No creo que necesitemos una gran guerra en Oriente Medio", declaró el presidente estadounidense, Joe Biden, en una conferencia de prensa. "Ese no es mi objetivo".
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanani, declaró que Irán no intentaba exacerbar las tensiones y crisis en la región. Sin embargo, dijo que, si Estados Unidos atacara territorio iraní, Irán respondería.
Mahjoob Zweiri, director del Centro de Estudios del Golfo de la Universidad de Qatar, espera que Irán quiera mantener el statu quo. "Mantienen al enemigo más allá de las fronteras, bien lejos. No están interesados en una confrontación militar directa que podría conducir a ataques contra sus ciudades o su patria", declaró a la agencia de noticias Reuters.
Sin embargo, los últimos ataques no son más que unos de tantos: según el departamento de Defensa estadounidense, grupos proiraníes atacaron bases estadounidenses en Irak y Siria más de 160 veces entre mediados de octubre y finales de enero. El Ejército estadounidense respondió varias veces. Es poco probable que esta espiral se detenga ahora. Y podría intensificarse fácilmente si mueren aún más soldados estadounidenses.
Lo que también influye es que el presidente de EE. UU. está bajo presión en EEUU. Ya está haciendo campaña para las elecciones presidenciales de noviembre. Los oponentes políticos de Biden, los republicanos, podrían aprovecharse de la situación, afirma Mario Del Pero, profesor de Política Internacional en la Universidad de SciencePo de París, al evaluar la situación. "Presentan a Biden como débil e ineficaz si decide ejercer la moderación, o como imprudente e incompetente si se desencadena una escalada", dice Del Pero al think tank italiano ISPI.
(gg/ms)