¿Qué hacen las nanopartículas en el cuerpo humano?
6 de abril de 2006El empleo de nanopartículas no es tan nuevo como podrían hacer parecer algunos espectaculares productos del mercado. En ciertos medicamentos, lacas y productos cosméticos están presentes hace años.
Por ejemplo, el óxido de titanio o de zinc se usa como filtro de rayos ultravioleta. Sin embargo, a pesar de su amplia difusión, en cuanto a los riesgos que conlleva esta tecnología hay todavía muchas preguntas, como lo informa el Instituto Federal para la Evaluación de Riesgos (BfR). Cuando se emplea la nanotecnología, los productos contienen partículas de un tamaño entre 0,2 y 100 nanometros; ésta es la tecnología clave del siglo XXI para muchos. Sin embargo se plantea la pregunta de si la prometedora tecnología no va unida a riesgos no calculables.
Los cosméticos con nanopartículas
El empleo de estas partículas en los cosméticos es bastante diáfano. En los productos para el cabello y cremas protectoras se emplean nanopigmentos de dióxido de titanio o de óxido de zink actúan como diminutos espejos minerales que reflejan o absorven los rayos ultravioleta, protegiendo así la piel.
Las investigaciones del BfR han detectado, por ejemplo, que esos pigmentos no penetran en las células, sino que se quedan en la superficie de la epidermis. Si bien alcanzan las capas más profundas a través de los folículos pilosos, el crecimiento del vello las saca otra vez a la superficie. Los expertos concluyen, entonces, que no existen indicios de una nanotoxicología.
En otros objetos se emplea partículas en nano tamaños debido a sus características físicas y químicas. En los empaques, por ejemplo, sirven como barrera del oxígeno, el hidrógeno y el agua. O protección de la luz. O mejoramiento de la térmica.
Ni los expertos saben
La probabilidad de que estas partículas se traspasen a los alimentos es, según los expertos, mínima. Sin embargo, no hay certeza de esto sobre todo para los empaques con nanocapas de aluminio o óxido de silicio se someten a procesos de vaporización. También en lacas, en recubrimientos antibacteriales de artefactos de cocina, en textiles o suelas de zapatos se usan nano partículas, sin saber a ciencia cierta su riesgo. Desarrollar estrategias para determinarlo representa para el BfR un desafío. Y una preocupación.