Golfo de Tribugá: ¿más contenedores, menos ballenas?

La posible construcción de puerto en Nuquí, en el departamento del Chocó, noroccidente del país, ha desencadenado un debate nacional en torno a los efectos de dicha obra sobre el desarrollo de  una de las regiones más biodiversas de Colombia. Si bien la idea data del siglo pasado, el presidente Iván Duque, que busca fortalecer la infraestructura para el transporte marítimo, le ha dado un nuevo impulso.

El complejo portuario multimodal de aguas profundas, que la Sociedad Portuaria Arquímedes S.A. planea construir en el Golfo de Tribugá, incluye la construcción de corredores viales, ferrocarriles y un oleoducto. Diseñada para recibir barcos con capacidad de hasta 200.000 toneladas de carga, mejor conocidos como Post-Panamax, la terminal marítima podría dinamizar el comercio entre Colombia y Asia. El avance del Proyecto Arquímedes ha sido detenido, en espera de un diagnóstico ambiental.

La construcción del Proyecto Arquímedes conllevaría la destrucción de más de 550 hectáreas de océano y selva en una de las regiones más biodiversas del planeta. Incontables ríos le dan forma a una de las regiones más lluviosas del mundo. De acuerdo al Atlas de Tipología Ambiental de la International Union for Conservation of Nature (IUCN), la biodiversidad en la selva del Chocó es sólo comparable a la del Amazonas.

También en las profundas aguas del Golfo de Tribugá pulula la vida. Debido a la abundancia de especies endémicas, el grado de conservación del ecosistema y su importancia para las comunidades locales, la Fundación Mission Blue le ha dado la categoría de "Hope Spot”. Es decir, una zona esencial para mantener la salud de los océanos del planeta. Adicionalmente, dentro del área de influencia del puerto se encuentran parques naturales, concejos comunitarios de afrodescendientes y resguardos indígenas, quienes pueden reclamar propiedad sobre el territorio que han ocupado ancestralmente.

En el Chocó, la exuberancia de la naturaleza contrasta con la pobreza de sus habitantes. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la región registra el mayor porcentaje de personas con Necesidades Básicas Insatisfechas (65%) de Colombia. Ello se traduce en un déficit de energía eléctrica, alcantarillado, acueducto, colegios y hospitales. "Hoy, en pleno siglo XXI, no tenemos vías dignas. Los grupos armados tienen presencia en la zona, así que la gente vive con miedo ¿y por qué? Porque el Estado no ha hecho presencia”, dice Bower Mosquera Montaño, miembro del Concejo Municipal de Quibdó, capital del Chocó, en una transmisión organizada por la Sociedad Portuaria Arquímedes S.A.

"El Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Clan del Golfo y disidentes de las extintas FARC son actores ilegales que se disputan el control sobre las rutas del narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión en el Chocó”, indica Francisco Daza Vargas, investigador experto en conflicto de la Fundación Paz y Reconciliación (PARES). En 2020, el líder indígena Anuar Rojas Isamará y Juana María Perea, decidida opositora del Proyecto Arquímedes, fueron asesinados en el Municipio de Nuquí.

"Un puerto no puede ser verde ni sostenible”

Empresarios, artistas, científicos, políticos y líderes sociales de toda Colombia se han involucrado en el diálogo acerca de las consecuencias de la construcción del terminal marítimo. Según sus accionistas, el Proyecto Arquímedes potenciará la economía colombiana, reducirá los costos de transporte de mercancías, mejorará las condiciones de vida de los chocoanos y será ambientalmente sostenible. Por su parte, la comunidad científica ha manifestado los riesgos que conllevaría el crecimiento de las industrias maderera, minera y pesquera en el Chocó. "No es posible decir que un puerto sea verde o sostenible, son cosas incompatibles” afirma Diana Ruiz Pino, oceanógrafa del laboratorio LOCEAN de la Sorbonne Université. "Un puerto en Tribugá afectaría todo el océano Pacífico. Estamos hablando de destruir el lugar a donde vienen las ballenas jorobadas desde el Polo Sur a reproducirse, habrá daños sobre el vecino Parque Natural Ensenada de Utría y se pondrán en peligro las comunidades afrodescendientes e indígenas que han mantenido la zona intacta”, concluye.

Para otros, en cambio, el puerto, las vías y el ferrocarril son presagios de mejoras en la calidad de vida. "Todo esto va a mejorar cuando entre el desarrollo por el puerto”, afirma el concejal Mosquera Montaño al hablar de la falta de intervención del Estado en el Chocó y el déficit de servicios públicos en su capital, Quibdó. Sin embargo, los casos de Buenaventura y Tumaco, emblemáticas ciudades puerto en el pacífico colombiano, indican que la construcción de infraestructura portuaria no implica mejoras en la calidad de vida de la población local. "Si bien hay una presencia estatal en el marco de una coordinación y una administración del puerto, eso no se ve reflejado en inversión social para proyectos que beneficien a las comunidades o en mayor seguridad en la zona”, afirma Francisco, investigador de PARES.

Según el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, en esas ciudades, el narcotráfico, la violencia y déficit de servicios públicos siguen siendo un problema. "En últimas”, concluye Jack Farine, miembro del equipo de producción del documental Expedición Tribugá, "la energía eléctrica, los hospitales y los colegios no pueden depender de la construcción del puerto. Son cosas básicas que el Estado tiene que garantizar”.

Autogestión territorial, un modelo del Chocó para el mundo

El Proyecto Arquímedes es sólo una de las posibles vías de desarrollo para la región. Fieles a su cosmovisión y al conocimiento del territorio, que han habitado desde hace siglos, las comunidades negras e indígenas del Golfo de Tribugá han puesto en marcha estrategias de pesca y turismo sostenible. Fruto de la ausencia del Estado, los concejos comunitarios y el alto nivel de organización de las comunidades han surgido iniciativas como Mano Cambiada. Su directora, Josefina Klinger Zúñiga, define a la organización como un modelo de autogestión territorial para el Chocó, en el que el ecoturismo es la principal estrategia. "El Chocó está determinado por la selva y el agua, somos una selva interrumpida por diferentes formas de agua. Es decir, si mis elementos son esos, no tiene sentido destruirlos para introducir cemento”, comenta Josefina, al presentar su propuesta de desarrollo. Para ella, la autonomía está ligada a la generación de ingresos, "No soy autónoma políticamente cuando para planificar el territorio dependo siempre de los recursos de una ONG o el Estado”. Mano Cambiada busca mejorar los ingresos de los lugareños, recuperar tradiciones ancestrales y proteger a los jóvenes del reclutamiento forzado.

Para Josefina, construir un puerto es incompatible con la noción de desarrollo de los concejos comunitarios. En vez de eso sugiere "mejorar los aeropuertos del Chocó para tener vuelos más económicos que faciliten la llegada de más turistas. Con estas inversiones, nosotros podríamos convertirnos en un referente para el mundo. Un modelo de desarrollo basado en la cosmovisión de las etnias que habitan el Chocó, en donde el Estado, inversionistas privados y una comunidad organizada cooperen como aliados”. Entre tanto, la Sociedad Portuaria Arquímedes S.A. se prepara para presentar un nuevo Diagnóstico Ambiental que le permita dar inicio la fase de construcción del proyecto.

(jov)