Puente Aéreo de Kabul: "Se ha perdido una gran oportunidad"
30 de agosto de 2021Actualización del 29.08.2021 por la noche: Esta entrevista de DW refleja el estado de los acontecimientos del domingo 29 de agosto de 2021 al mediodía. Luego de realizada, la asociación civil Puente Aéreo de Kabul (Luftbrücke Kabul e.V.) logró hacer pasar al aeropuerto de Kabul, Afganistán, a 189 personas en peligro. Desde allí se los trasladó, según informaciones del Puente Aéreo de Kabul, en un avión militar estadounidense.
Querían ayudar a sacar a personas de Afganistán y fundaron la asociación civil Puente Aéreo de Kabul, una iniciativa que apoya con vuelos chárter la evacuación de personal local y personas en peligro. Ruben Neugebauer, uno de los coorganizadores, explica en entrevista con DW cuáles fueron los obstáculos en la evacuación y describe la difícil comunicación con el Ministerio alemán de Relaciones Exteriores.
Deutsche Welle: El Puente Aéreo de Kabul acusó en una reciente declaración al Ministerio alemán de Relaciones Exteriores de haber "bloqueado activamente la acción de rescate”. ¿Cómo fundamenta usted esa acusación?
Ruben Neugebauer: Habría que haber empezado mucho antes con la evacuación. La toma del poder de los talibanes no surgió de la nada. Si algo así es previsible, se tiene la responsabilidad de ocuparse de eso, de evacuar al personal local y no esperar que eso se realice de algún modo después de las elecciones. Otros países empezaron mucho antes. Cuando el Ejército alemán comenzó su misión de evacuación se tenía la impresión de que estaba un poco desmotivado.
¿Puede aclarar eso un poco más?
Por ejemplo, cuando estábamos en el aeropuerto de Kabul y quisimos ayudar en la evacuación, preguntamos muchas veces por una persona de contacto. Si uno llega a Kabul con un Airbus A320 y dice que tiene la capacidad para aumentar la evacuación en 180 plazas, es de esperar que encuentre un interlocutor concreto en tierra para trabajar en conjunto. Pero a nosotros no se nos nombró a nadie.
Finalmente conseguimos el contacto, pero no porque nos lo hayan dado los alemanes, sino porque nos lo dieron los estadounidenses. Se tenía la impresión de que no se quería apoyar un proyecto de la sociedad civil que demuestra que es posible hacer mucho más de lo que el gobierno alemán está dispuesto a hacer.
Según el gobierno de Alemania, el Ministerio de Relaciones Exteriores trasladó a 5.300 personas desde el 16 de agosto de 2021, entre ellos, a 530 alemanes y a 4.400 afganas y afganos. La misión oficial de rescate ha terminado. ¿A qué lapso se refiere la acusación sobre un bloqueo?
El bloqueo ya terminó. Se trata de un episodio de la semana pasada, cuando organizamos el vuelo chárter. Hasta ese momento, los vuelos civiles en el aeropuerto de Kabul todavía estaban permitidos y el aeropuerto no estaba totalmente sobrecargado. Por eso, el gobierno alemán indicó que hubiera habido suficiente capacidad para sacar a más personas de Afganistán en avión.
Es decir que se podrían haber llevado muchos más aviones y evacuar a más personas, si se hubiera querido. Y ese es el punto sobre el cual queremos llamar la atención desde el Puente Aéreo de Kabul. Nuestro avión estuvo parado una noche entera sobre la pista. Hubiera habido posibilidades más que suficientes de dejar entrar gente a las puertas de embarque y llevarlas al avión. En realidad, podríamos haber trasladado a 180 personas, pero volamos con solo 18.
¿Por qué se detuvo a la gente en las puertas de embarque?
Solo se nos permitió llevar a personas que figuran en una lista que fue certificada por el Ministerio alemán de Exteriores. Muchos pensaron que estaban automáticamente en esa lista porque enviaron su nombre a una dirección de correo electrónico de ese ministerio. Pero eso no fue así. Según nuestros conocimientos, esas listas no solo son verificadas por el Ministerio de RR. EE., sino luego también por el Ministerio del Interior de Alemania, y solo entonces hay personas que tienen la posibilidad de ser evacuados, si es que logran llegar al aeropuerto.
¿Quién confecciona esas listas, y según qué criterios?
Tanto organizaciones no gubernamentales como periodistas trabajan en Afganistán para el Ministerio alemán de RR. EE. Se trata de voluntarios y, en algunos casos, también de personas de la diáspora afgana que tratan de proteger a las personas de su entorno.
¿Cuánto dura la verificación de esas personas?
Toda una eternidad. Por eso tantas personas son rechazadas. Me parece absurdo que en situaciones como la actual en Afganistán no se pueda desistir de esa comprobación. Naturalmente comprendo que haya medidas de precaución, por seguridad. Pero es una situación de emergencia, y lo principal es poder sacar a la gente de allí. Si se dice que se quiere evacuar a la mayor cantidad de personas posible y de la manera menos complicada en una situación de emergencia, eso está en total contradicción con la práctica.
El aeropuerto de Kabul está controlado por el Ejército de Estados Unidos. ¿Se presentan esas listas secretas del Ministerio alemán de RR. EE. ante ese Ejército?
Estados Unidos controla las puertas de embarque. Pero allí también hay personas de contacto que pueden hacer entrar a la gente. Y además existe la posibilidad de llegar al aeropuerto a través de convoyes y ómnibus. Al final, la evacuación fracasó porque RR. EE. no quería expedir algún documento.
¿Qué pasará ahora con el avión charteado del Puente Aéreo de Kabul? ¿Habrá otros vuelos?
No. El tiempo para las evacuaciones terminó. El aeropuerto está cerrado para vuelos civiles. Se ha perdido una gran oportunidad.
Ahora que el puente aéreo ha terminado, ¿está planeando otras formas de evacuación en su lugar?
Todavía queda el puente aéreo con los aviones militares estadounidenses. Estamos organizando convoyes ahora mismo. Ayer (28 de agosto), con el apoyo de los estadounidenses, logramos que un convoy con casi 200 personas pasara por los controles de los talibanes y llegara al aeropuerto. Fueron trasladados en avión temprano en la mañana del domingo. Estados Unidos ha sido mucho más proactivo y cooperativo que el gobierno alemán.
Ruben Neugebauer viajó a Afganistán como periodista en 2014 para investigar la labor del personal local que trabaja para las Fuerzas Armadas alemanas. Mientras tanto, está involucrado como tesorero de la asociación "Civilfleet-support e.V.", que, según él mismo informó, alquila barcos y equipa embarcaciones de rescate para apoyar el rescate marítimo civil. Según el aviso legal, la asociación Civilfleet también es responsable del Puente Aéreo de Kabul.
Entrevista: Astrid Prange de Oliveira
Entretanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania se manifestó por escrito acerca del tema y dijo a DW lo siguiente:
"Habíamos aconsejado no enviar un avión, ya que la posibilidad de alcanzar a tiempo a una determinada nave era, de acuerdo con nuestra experiencia de días anteriores, ínfima. En la noche anterior, también omnibuses con escolta oficial habían demorado 12 horas y más para arribar al aeropuerto. Habíamos aclarado desde un principio que estamos dispuestos a evacuar a las personas si llegan al aeropuerto. Pero el transporte hacia el aeropuerto fue el problema.
Las listas que coordinamos con los organizadores fueron entregadas a los qataríes con una carta personal del ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, en la que aseguraba que las personas que allí figuraban serían recibidas en Alemania. Eso fue el lunes (de la semana pasada). Sí, entretanto hubo discrepancias entre las distintas versiones de las listas. Pero eso fue mucho antes de que siquiera existiera una planificación concreta de los convoyes por parte de los qataríes.
La declaración de que un correo electrónico faltante nuestro fue la razón por la que el convoy no llegó al aeropuerto el miércoles ignora por completo la realidad de lo que sucedió frente al aeropuerto en estos días. También estuvimos en contacto directo con los qataríes.
La asociación Puente Aéreo de Kabul nunca nos pidió nada ni nos preguntó si teníamos la capacidad para ocuparnos de la asistencia en tierra. Todo se desarrolló al mismo tiempo que la campaña oficial de evacuación que organizamos nosotros mismos. Cuando alguien me dijo que habían estado en el aeropuerto durante horas y que nadie se hizo presente, tuvimos que retirar a empleados de su trabajo en la entrada, fuimos hasta el avión y buscamos pasajeros para el vuelo en el lugar. Media docena de colegas en Kabul, Berlín, Tashkent y Lisboa trabajaron durante horas por la noche para ver cómo y dónde podría aterrizar el vuelo con los 18 empleados portugueses y para que Portugal se hiciera cargo de los pasajeros. Nuestro personal hizo todo lo posible para asegurarse de que el vuelo no tuviera que regresar completamente vacío".
(cp/ers)