“Pude ver el pánico en sus ojos”
12 de mayo de 2015Deutsche Welle: Señora Benner, ¿cómo y dónde vivió el terremoto?
Marie Theres Benner: Nos encontrábamos en Katmandú. Estábamos viajando en coche rumbo a Sindhupalchok, al norte del país. Esa fue una de las regiones más afectadas por el sismo del 25 de abril.
¿Cómo se dio cuenta de que estaba temblando?
De repente todas las personas salieron corriendo a la calle, estábamos rodeados de miles de personas y tuvimos que pararnos. El terremoto duró aproximadamente 15 segundos, todo el mundo entró en pánico, y se desató el caos. Nunca antes había vivido un sismo tan fuerte. Teníamos miedo de que nos fueran a caer encima piedras de las casas a nuestro alrededor.
¿Se quedó sentada en el coche o se bajó del vehículo?
No quedamos sentados en el coche, porque nos sentíamos más seguros allí.
¿Después del terremoto pudo continuar su camino o tuvo que esperar?
Tuvimos que esperar un rato hasta que disminuyera el caos. La gente siguió bloqueando las calles y duró bastante tiempo, aproximadamente una hora y media, hasta que logramos salir de la ciudad.
¿Pudo constatar nuevos daños en su viaje?
Sí, ya en la radio escuchamos que cerca de Katmandú la gran mayoría de las casas que habían sido dañadas por el primer terremoto se derrumbaron. En nuestro camino rumbo al norte vimos cómo se colapsó una casa nueva a consecuencia del terremoto de hoy.
¿Dónde está ahora?
De momento estamos en Duleke, una pequeña ciudad en el distrito de Khabar que limita con Sindhupalchok. Para mañana habíamos planeado viajar a la región donde estamos llevando a cabo un proyecto y seguir distribuyendo ayuda humanitaria. Ahora tenemos que reorganizarnos y decidir cuáles serán los siguientes pasos, puesto que sigue siendo peligroso viajar a las regiones montañosas. Por un lado, por las réplicas, por otro, porque en las últimas dos noches hubo tormentas muy fuertes. Esto aumenta el riesgo de deslizamientos de tierra.
¿Cómo le va a la gente después del devastador terremoto y las réplicas?
La gente necesita sobre todo un techo y suficiente comida. Intentamos satisfacer estas necesidades básicas. Esperamos que nuestra ayuda también tenga un efecto positivo sobre su salud, también sobre su salud mental. Las personas están muy estresadas, de eso apenas me volví a dar cuenta en la calle cuando tembló muy fuerte. Pude ver el pánico en sus ojos. También nosotros teníamos miedo, pero para la gente que vivió el primero terremoto y ahora también esta fuerte réplica, fue mucho peor.
¿Cómo ayuda a los afectados?
Ya hemos distribuido muchos alimentos. En las próximas semanas queremos ayudar a unas 20.000 personas. No obstante, después de esta réplica, el número de afectados seguramente habrá aumentado.