Príncipe Mohamed bin Salman: un reformador difícil de leer
7 de noviembre de 2017No todo va según lo planeado en el reino de Arabia Saudita. La economía tropieza debido a la caída del precio del petróleo. La guerra en Yemen es un desastre. El bloqueo de Qatar no trae nada. Y el archienemigo Irán continúa extendiendo su influencia.
Pero algunos prefieren ver un futuro más prometedor. En una o dos décadas, Arabia Saudita debería brillar. Una nueva megaciudad, llamada Neom, está pensada para convertir al reino en un centro de alta tecnología y atraer a inversores de todo el mundo. Además, el joven príncipe heredero Mohamed bin Salman, hijo del rey Salman bin Abdulaziz, cuenta con el apoyo de la población en sus planes para renovar el país.
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Sobre todo los jóvenes sauditas lo apoyan, dice Sebastian Sons, experto en Medio Oriente del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores. "Con poco más de 30 años es un representante de su generación. Habla un lenguaje claro, es autocrítico. Sus ambiciosos planes generan optimismo y dinamismo social. La gente quiere participar y hacer avanzar a su país".
¿El comienzo de una nueva fase?
El príncipe, también conocido como MBS, hizo que arrestaran a varios miembros de la familia real el pasado fin de semana bajo cargos de corrupción. Fue una maniobra inesperada que el periódico Al Riyadh, publicado en la capital saudita, celebró como un paso clave hacia la modernización social y económica.
De acuerdo al periódico, Arabia Saudita está al borde de una nueva fase. "No debería haber más diferencias entre miembros de la familia real y otros ciudadanos", apuntó. "No debería haber espacio para la corrupción y el nepotismo. Al tomar ese paso, el príncipe mostró que nadie está por encima de la ley".
La sucesión al trono
Sin embargo, queda la interrogante de si el príncipe está sinceramente comprometido en luchar contra la corrupción. Es igualmente concebible que quiera deshacerse de posibles rivales, solo como medida de precaución, aunque es posible que se convierta en rey cuando su padre fallezca.
"No hay garantía de que la sucesión sea fluida si el padre de Mohamed bin Salman muere o renuncia", escribió Bruce Riedel para el medio Al-Monitor. "La última tanda de arrestos solo refuerza la idea de que el debate sobre la sucesión es más difícil de lo que el rey y su hijo quisieran. El príncipe heredero está ahora a cargo de una fuerza anticorrupción que parece más un medio para castigar a sus oponentes que cualquier otra cosa".
Esta estrategia no está totalmente exenta de riesgos, dijo Sameh Rashed, del Centro para Estudios Políticos y Estratégicos Al-Ahram, con sede en El Cairo. Rashed le dijo a DW que es posible que miembros de la familia real puedan cerrar filas para intentar frustrar el ascenso del príncipe. "No tienen tantas opciones como en el pasado", dijo Rashed, "pero la política doméstica saudita está llena de sorpresas".
Reformas liberales, poco probables
Es poco probable que el príncipe busque expandir las libertades, dijo Rashed. El experto agregó que Bin Salman ha hecho un esfuerzo para usar los problemas internacionales de Arabia Saudita en beneficio de su propia agenda. El príncipe, por ejemplo, invoca la amenaza percibida que supone Irán para unir a los sauditas, según Rashed, o al menos la mayoría de ellos. "En el frente doméstico, gobernará con mano de hierro", indicó, "incluso contra denominaciones como los chiitas en el este de Arabia Saudita".
"Aislado y conservador"
Queda la posibilidad de que el príncipe esté llevando a cabo sus reformas en serio. Arabia Saudita necesita modernizarse, dijo Sons, y debe hacer que los negocios en el país sean atractivos. "Debe atraer a inversionistas privados del exterior", agregó.
Eso solo sería posible cambiando la imagen del país. "Entonces él debe presentarse a sí mismo como un reformador en el sector económico", dijo Sons, "pero también con respecto a la cultura y la religión al decirle al mundo que no somos tan aislados y conservadores como creen".
El príncipe heredero está levantando polvo en el reino saudita. Los jóvenes lo apoyan. Parecen sentir que cualquier cambio es mejor que mantener las cosas como están.
Autor: Kersten Knipp (RRR/VT)