¿Más cerca de una vacuna contra el zika?
25 de julio de 2016La proteína NS1, producida por el virus del Zika y ahora descifrada por investigadores estadounidenses, interactúa con el sistema inmunológico de las personas infectadas y ayuda a la reproducción de la enfermedad en sus cuerpos. El descubrimiento puede acelerar la producción de una vacuna, afirma Janet Smith, de la Universidad de Michigan,
"Cuando la persona está infectada por zika, esa proteína, la NS1, está en la sangre del paciente y puede convertirse en un objetivo de la vacuna", explica a DW Smith, quien dirigió el estudio publicado este lunes (25.07.2016) en la revista especilizada Nature Structural and Molecular Biology.
Según la investigadora, ahora que se conoce por completo la estrutura de la NS1, los científicos serán capaces de evaluar qué parte de la proteína se puede utilizar de manera más eficiente en la producción de una vacuna contra el virus. El conocimiento sobre la NS1 también puede emplearse para mejorar el diagnóstico de la enfermedad, pues el zika, del género de los flavivirus, es confundido muchas veces con el virus del dengue en exámenes de laboratorio.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que al menos en 60 países de todo el mundo se han registrado infecciones por zika. Además del Aedes aegypti, el mosquito común también transmite este virus, que puede causar microcefalia congénita y síndrome de Guillain-Barré. En Brasil −uno de los países más afectados por la más reciente epidemia de zika, extendida por primera vez a América Latina− el Ministerio de Salud ha confirmado hasta la fecha 1.709 casos de microcefalia.
Rol de la NS1
La NS1 es conocida por los investigadores: además de por el zika, esta proteína es producida también por otros flavivirus como el del dengue, la fiebre amarilla y la fiebre del Nilo Occidental. "Sin embargo, esta proteína tiene muchas funciones que aún no han sido bien comprendidas", comenta Smith, que se dedica al estudio de la molécula desde hace más de diez años.
Ya se sabe que la NS1 participa activamente en las infecciones virales. Dentro de las células infectadas, ayuda a reproducir copias del virus y a contaminar así a otras células. De acuerdo con los investigadores, las células enfermas esconden "paquetes" de la proteína en la corriente sanguínea del infectado. Además, niveles más elevados de esta proteína en la sangre estarían asociados con la manifestación de otras enfermedades.
El grupo pasó años intentando aislar esta proteína en su forma pura. En 2013, lo consiguieron con los virus del dengue y de la fiebre del Nilo Occidental. Entonces, los científicos utilizaron un método conocido como cristalografía −que estudia la materia en su escala atómica− para visualizar la proteína en 3D. "Cuando surgió la crisis de la infección por zika, nos propusimos determinar la estructura 3D de la proteína NS1 del zika", cuenta Smith.
"A pesar de la similitud con otros virus relacionados, descubrimos que la estructura de la NS1 del zika presenta algunas diferencias importantes", precisa William Clay Brown, uno de los autores de la investigación de la Universidad de Michigan. Las evaluaciones indican que la molécula producida por el zika puede interactuar de manera diferente con el sistema inmunológico de los infectados.
La comprensión de la NS1 y sus funciones es esencial para hacer frente a la epidemia del zika, insiste Richard Kuhn, otro investigador de la Universidad Purdue (en West Lafayette, Indiana), que también participó en el estudio. "Este conocimiento nos ayuda a identificar objetivos para que los inhibidores bloqueen importantes procesos virales y traten la infección", explica Kuhn, quien formó parte del equipo que identificó por primera vez la estructura completa del virus.
Carrera por la vacuna
El zika circula desde hace algunos años en varios continentes, pero se convirtió en una emergencia internacional después de que la infección por el virus se asociara con otras enfermedades como la microcefalia en recién nacidos y el síndrome de Guillain-Barré. Hasta el momento, no existe una vacuna contra el virus. A nivel mundial, los investigadores y las compañías farmaceúticas corren a contrarreloj para lograr resultados fiables e iniciar ensayos clínicos.
La declaración de una situación de emergencia consiguió que la colaboración entre investigadores aumentara, celebra Smith. "Así que debemos avanzar más rápido de lo habitual en el sentido de comprender los peligros y las opciones de tratamiento", dice. La investigadora resalta que la experiencia acumulada en la lucha contra otras epidemias que han causado muchas muertes, como la del SARS y la del ébola, trajo consigo importantes cambios.
"La cooperación y el intercambio de información son esenciales. Sin embargo, no tendremos respuestas sólidas en un corto período de tiempo; desde luego, no antes de los Juegos Olímpicos", subraya Smith, en vísperas del comienzo de este megaevento deportivo en Río de Janeiro.