En octubre de 2017, el Gobierno de la Generalidad de Cataluña convocó un referéndum de autodeterminación. Una convocatoria que el gobierno central intentó impedir con un despliegue policial. El resultado de la consulta no fue representativo y políticos y activistas catalanes fueron condenados o huyeron al extranjero. Pero desde entonces, muchos partidarios de un Estado soberano se han cansado o tienen preocupaciones más urgentes. Primero la pandemia golpeó duramente Barcelona, que vive del turismo, luego llegó la inflación. Todo ello hizo que el conflicto de Cataluña, que en su día estuvo a punto de desgarrar España, pasara cada vez más a un segundo plano. No obstante, para muchos la cuestión no está zanjada. La joven diputada Marta Rosique no da por perdida la independencia. Por su parte, la pedagoga catalana Pilar Barriendos, forma parte de la llamada «Resistencia Española» en Cataluña y se siente presionada por muchas entidades independentistas. Como protesta, se ha unido a un grupo llamado "Brigada de Limpieza", que retira banderas y carteles separatistas de calles y plazas. El movimiento independentista catalán ha provocado el auge de los partidos de ultraderecha en toda España, que abogan por la unidad del país. De cara a las elecciones generales del 23 de julio, el tema volverá a ser utilizado como munición electoral por los partidos. Y, en lugar de mediar en la búsqueda de soluciones tan necesarias, se seguirá alimentando el conflicto. Así opina el artista catalán Odón Ventura Ruiz quien, como muchos otros, se siente atrapado en el fuego cruzado entre partidarios y detractores de la independencia. Cree que intentar impulsar la independencia de Cataluña con sólo el 50% de aprobación entre la población es un error peligroso. Para superar la división social, confía en un nuevo sentimiento de comunidad. "Debemos unirnos, independientemente de lo que queramos hacer o conseguir”.