Preventiva para alemana que se unió con tres hijos al EI
7 de junio de 2019
La mujer, Carla-Josephine S., de 32 años, que ya se encontraba en prisión preventiva por la investigación abierta en su contra por sustracción de menores, fue informada ayer de esta nueva orden de detención, dictada el pasado 28 de mayo, informó este viernes (7.06.2019) la Fiscalía en un comunicado.
Es sospechosa de pertenecer a una organización terrorista, de violar la ley de control de armas de guerra, de sustracción de tres menores y de poner sus vidas en riesgo, en uno de los casos con consecuencia de muerte, de lesiones físicas, de incumplimiento del deber de asistencia y educación y de crímenes de guerra.
Según la orden de detención, Carla-Josephine S. viajó en otoño de 2015 con sus tres hijos menores a Siria para vivir en el territorio controlado por la organización terrorista Daesh, autodenominada Estado Islámico (EI).
El padre de los niños y esposo de la acusada no estaba de acuerdo con que sus hijos viajaran a Siria y durante la estancia de éstos en ese país no tuvo influencia alguna en sus condiciones de vida.
En Siria, la acusada vivió con sus hijos en alojamientos blanco de ataques de las fuerzas contrarias al EI, en uno de los cuales, ocurrido en 2018, uno de los niños murió.
Anteriormente, la acusada había hecho acudir al menor a un campo de entrenamiento para recibir instrucción militar, sobre todo en el manejo de armas de fuego, y le hizo realizar servicios de vigilancia.
A instancias de la acusada, los tres menores fueron instruidos religiosamente en la ideología del EI y uno de sus hijos, que puso en duda estos fundamentos, fue castigado por la llamada policía religiosa.
Además, la acusada estuve presente junto a sus hijos en una ejecución pública.
La mujer trató asimismo de convencer a su esposo de viajar a Siria y recibir instrucción para combatir con el EI, a lo que el marido se negó.
Por ello, la acusada se casó en la primavera de 2016 con un miembro de la organización terrorista originario de Somalia, quien la instruyó en el manejo de fusiles de asalto automáticos del tipo kaláshnikov.
Además, la mujer estaba en posesión de una granada de mano para ser utilizada en caso de ataque por parte de las fuerzas contrarias al EI, con el fin de matar al máximo número de adversarios, a sí misma y a los niños.
Carla-Josephine S. participó asimismo en la transferencia de dinero en efectivo para miembros del EI y transportó a otras mujeres de la organización terrorista a los campos de entrenamiento, servicio por el cual percibió un salario mensual de cien dólares. (efe).
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