Prensa: “La izquierda latinoamericana ya no es un bloque”
11 de noviembre de 2022El diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Fráncfort del Meno, analiza el regreso de la izquierda al poder en buena parte de América Latina: "Cuando Lula da Silva ingrese en enero al palacio presidencial en Brasil, retornará un ícono de la izquierda latinoamericana. Ya había sido presidente entre 2003 y 2010, cuando una ‘ola rosa' atravesaba Latinoamérica. En aquel entonces llegaron al poder simultáneamente una serie de presidentes de izquierda populista, que utilizaron el auge de las materias primas para llevar a cabo generosos programas sociales y reducir las desigualdades en sus países.
Ya antes de los comicios, analistas se preguntaban qué significaría un triunfo de Lula da Silva para el mapa político latinoamericano, que se ha vuelto bastante rojo debido a la elección de presidentes izquierdistas en Colombia, Chile, Perú y otros países.
Los mapas políticos saltan a la vista y simplifican el relato. Pero el esquema de diferenciar entre izquierda y derecha no ayuda mucho. Por ejemplo, el joven presidente de Chile, Gabriel Boric, que apoya el matrimonio igualitario y quiere fomentar la protección del medio ambiente, tiene poco en común con su homólogo peruano, Pedro Castillo, que es homófobo y apuesta por la minería, o con el autoritario gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro. Pero todos son catalogados de izquierdistas. Además, en el mapa falta la población. Por ejemplo, en Brasil; el 49 por ciento de los electores votó por el presidente de derecha nacionalista, Jair Bolsonaro, y el Congreso brasileño rara vez había tenido tantos conservadores. ¿Es Brasil ahora un país de izquierda? Lo que se observa en América Latina no es una segunda ‘ola rosa'. La izquierda ya no es un bloque homogéneo”.
La democracia se impone en Brasil
El periódico suizo Neue Zürcher Zeitung apunta que en la antesala de las elecciones presidenciales en Brasil, muchos observadores veían peligro para la democracia, sobre todo debido a la retórica del presidente, que había declarado que solo podría perder si había fraude electoral. El artículo hace notar que las cuentas no le salieron a Bolsonaro, y apunta: "No hubo protestas masivas en las grandes ciudades. En cambio, camioneros y otros seguidores de Bolsonaro erigieron más de 200 bloqueos de carreteras en 25 de 26 estados y en el distrito de la capital, Brasilia, perturbando sensiblemente el tránsito de larga distancia. (…) La situación podría haber escalado, si la Corte Suprema no hubiera intervenido rápida y enérgicamente (…) Ordenó a la Policía Militar disolver los bloqueos.
En la tarde de ese mismo día, Bolsonaro volvió a aparecer por primera vez ante la opinión pública. En un discurso de dos minutos, se pronunció contra el bloqueo de carreteras y prometió atenerse a la Constitución, sin reconocer sin embargo su derrota.
No fue gracias a Bolsonaro, sino a pesar de él, que pudo evitarse una crisis de Estado. Las instituciones y los valores democráticos de Brasil demostraron ser más fuertes de lo que muchos observadores habían temido. En ello también puede haber jugado un papel que los seguidores de Bolsonaro no hayan querido poner en juego innecesariamente la nueva mayoría ganada en el Congreso”.
La muerte de un ícono: Gal Costa
El periódico muniqués Süddeutsche Zeitung dedica, por su parte, un artículo a la muerte de la emblemática cantante brasileña Gal Costa: "Lula, presidente electo de Brasil, se mostró conmocionado por la muerte de Gal Costa. Y por supuesto también sus compañeros músicos, Gilberto Gil y Caetano Veloso. Aquí solo se puede intuir lo que significaba para su país. Ella fue vanguardia, voz de su generación y diva a la vez. Aquí no hay figuras semejantes. En las estribaciones de la ola del Bossa Nova, constituyó von Gil y Veloso la trinidad de la vanguardia brasileña, el movimiento Tropicália, que fue una espina para la dictadura militar”.
(cp)