Premio Príncipe de Asturias al arquitecto británico Sir Norman Foster
20 de mayo de 2009“Estoy muy emocionado por recibir el premio, es un honor tremendo y un reconocimiento maravilloso a la importancia del diseño como catalizador en el mejoramiento de la calidad de vida. Me gustaría agradecer a los muchos colaboradores y estimados colegas que comparten este logro conmigo”, dijo el galardonado a través de un comunicado difundido por su oficina, Foster + Partners.
Sir Forster se convierte en el 29° galardonado con el prestigioso Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2009, que está dotado con 50.000 euros y una estatuilla de Joan Miró, que le será entregados de manera oficial en una ceremonia el próximo mes de octubre en Oviedo, al norte de España, presidida por el príncipe de Asturias, heredero a la corona española.
Los valores más nobles de la arquitectura
“Su obra destaca por el compromiso constante con los valores más nobles de la arquitectura, la actitud abierta a la innovación, la orientación a la calidad en todas las fases del desarrollo de un proyecto, el interés por aplicar los avances de la tecnología, la dimensión global de su actividad profesional y la sensibilidad hacia los principios de desarrollo sostenible”, se lee en la página de la Fundación Príncipe de Asturias.
El jurado justificó su decisión señalando que Norman Foster, arquitecto de la era global, anticipa con brillantez la única metrópoli posible en el siglo XXI, al servicio del desarrollo sostenible y de la libertad personal y social. “Su obra de alcance universal conjuga la calidad estética, la reflexión intelectual y el diálogo entre territorio y ciudadanía, a través de un original dominio del espacio, la luz y la materia.
Foster, de 73 años se enfrentó a otros finalistas de gran renombre, como la actriz Vanessa Redgrave, el cineasta Carlos Saura, el escultor Richard Serra, el cantautor Joan Manuel Serrat y el compositor Cristóbal Halffter.
De origen humilde
Nacido en 1935 en el seno de una familia obrera en Manchester, Foster estudió arquitectura en la Universidad de dicha ciudad y posteriormente obtuvo una beca para realizar una maestría en la Universidad de Yale. A principios de la década de los 60 trabajó como urbanista, construyendo después edificios de viviendas, oficinas, parques tecnológicos, así como pabellones industriales.
La primer obra que llamó la atención fue un edificio de oficinas de la empresa Willis, Faber & Dumas, concluido en 1979, cuya fachada empacó con una cubierta de cristal. Desde entonces su obra se caracterizó por motivos transitorios, paredes transparentes y estructuras de filigrana.
En 1967 fundó la empresa Foster Associates Ltd., un buró de arquitectos que con el transcurso del tiempo se transformó en un grupo multinacional con unos 500 empleados. Entre tanto, la obra de Foster comprende estaciones de metro, bibliotecas, bancos, escuelas y torres televisivas, estadios deportivos y museos.
Sin embargo la obra que lo lanzó a la fama internacional fue el Banco de Hong Kong y Shanghai, construido en 1985. Se trata de un rascacielos de cristal de 47 plantas que destaca por la funcionalidad de los espacios, la iluminación natural y el uso de la tecnología como herramienta de creación arquitectónica.
Obras más representativas
Entre sus obras más representativas destacan la terminal aérea de Stansted, el tercer aeropuerto londinense, la cúpula de vidrio del edificio restaurado del Reichstag alemán, la nueva sede de 62 pisos del Commerzbank de Fráncfort, Alemania, la cúpula del patio central del Museo Británico de Londres, la torre Millenium de 92 pisos y 385 metros de altura en Londres, el centro musical Sage Gateshead del Reino Unido, la Daaewoo Tech Tower en Seúl, así como el Carré d'Art en Nimes, Francia.
Foster está casado en terceras nupcias con la psicóloga y sexóloga española, Elena Ochoa, famosa en España por haber sido la primera que condujo una serie televisiva sobre educación sexual y tiene una estrecha relación con España.
En 1988 le fueron asignados en España los proyectos de construcción de la línea de metro de Bilbao, inaugurado en 1995, y de la torre de comunicaciones de Collserola en Barcelona, vital para los Juegos Olímpicos de 1992.
Hasta marzo pasado Foster contaba con una oficina en Berlín. Tras la caída del Muro de Berlín, la capital alemana se convirtió en la mayor obra en construcción en Europa, y un imán para los arquitectos no sólo alemanes, sino también de Francia y Gran Bretaña´y otros países.
Pero la crisis financiera obligó al cierre de las dependencias de Berlín y Estambul. No obstante Foster tiene pendiente un gran proyecto en la ciudad de Duisburgo, en la Cuenca del Ruhr. Se trata de un barrio completo que será levantado sobre una superficie de 35 hectáreas y tendrá el nombre de “Libertad de Duisburgo”.
Autora: Eva Usi
Editor: Enrique López Magallón