Premio a la investigación biónica y solar
16 de octubre de 2005Una mosca y un neumático; un tiburón y un avión de pasajeros. A primera vista, no hay relación alguna. Pero las apariencias engañan. "Biología y técnica tienen extremadamente muchas similitudes", afirma el biólogo Berndt Heydemann, quien comparte con el físico Joachim Luther el premio de la Fundación Alemana del Medioambiente (DBU). Dotado con 500.000 euros, se trata del máximo galardón de toda Europa en materia ecológica y tanto es su prestigio que fue el propio presidente alemán, Horst Köhler, el encargado de hacer entrega del premio, en Lübeck, a los ganadores del 2005.
El modelo de la naturaleza
Heydemann ha dedicado su vida a aprender de la naturaleza. Y a estudiar la forma de utilizar esos conocimientos en la vida práctica. El centro de estudios y divulgación que creó en el Este de Alemania se ha transformado en lugar de encuentro entre científicos, ingenieros y también gerentes. En un parque de atracciones, los visitantes pueden apreciar, por medio de modelos, cómo un fabricante de neumáticos puede servirse del mismo mecanismo que emplean las moscas para adherirse a un vidrio. O cómo la configuración de la superficie de las aletas del tiburón provoca en el agua corrientes que también pueden servir en el aire para que un avión cobre más impulso. Esa es la clave de la biónica: la técnica aprende de la naturaleza.
El otro galardonado, Joachim Luther, dirige el Instituto Frauenhofer de Sistemas de Energía Solar, en Friburgo. En opinión del jurado de la Fundación Alemana del Medioambiente, a él se debe que Alemania sea uno de los países líderes en el empleo de la energía solar, ya que el físico se ha "consagrado a la transformación de nuestros sistemas energéticos".
Desarrollo sostenible
La labor de los premiados tiene, en consecuencia, un claro efecto práctico que contribuye a la preservación del medio ambiente. Este es el aspecto que destacó también el presidente alemán, al subrayar la importancia del desarrollo sostenible, como clave para el futuro del país. En este contexto, el jefe de Estado germano hizo notar que es un error achacar a la protección del medio ambiente la culpa por el desempleo y el bajo crecimiento económico. A su juicio, la ecología, la economía y el trabajo van de la mano. Porque, como enfatizó Köhler, "la ecología ayuda a reducir costos, crea puestos de trabajo y asegura nuestras bases naturales de existencia".