¿Por qué las carreteras se rompen con el calor?
8 de agosto de 2013DW: Señor Freudenstein, ¿a qué se debe el desprendimiento del hormigón en las carreteras alemanas durante el verano?
Stephan Freudenstein: Este tipo de daño en las carreteras construidas a base de hormigón es provocado principalmente por el calor y se presenta generalmente en las carreteras viejas. La razón es fácil de explicar. El hormigón es un material de construcción elástico, esto quiere decir que cuando se calienta, se expande. Los extremos laterales de la carretera pueden extenderse hasta cierto punto. Si se sobrepasa cierto nivel, las fuerzas de expansión harán que el hormigón reviente y por ende, que ocurran este tipo de desprendimientos.
Usted señala que este fenómeno ocurre principalmente en las carreteras viejas. ¿Si es así, por qué no lo hemos visto antes en Alemania? Por el momento no hemos registrado un verano con temperaturas récord.
Es cierto que no tenemos por el momento un verano con temperaturas récord, pero ya hubo uno en años anteriores y se registraron daños a las carreteras. Para los que nos encargamos de ellas, esto no es nada nuevo. Conocemos el fenómeno. Ocurre principalmente cuando se registran las primeras altas temperaturas del año. Por ejemplo, en el sur de Alemania tuvimos una primera ola de calor en junio. Como resultado hubo algunos daños en las carreteras y un accidente de tráfico mortal. Eso obligó a tomar varias medidas al respecto.
¿Se trata de un problema específico de Alemania?
No se trata de un problema alemán. Este problema se presenta igualmente en Italia, Austria o en Suiza e incluso en otros países más. Se trata de un fenómeno común.
¿Qué se puede hacer para evitar accidentes debido a desprendimientos?
En Baviera, en el sur de Alemania, redoblamos los controles en las carreteras más antiguas, con capas de hormigón más delgadas (de unos 20 a 22 cm), cuando la temperatura llega a los 28 grados. Como medida de precaución, puesto que sabemos que puede ser un peligro para los automovilistas, controlamos generalmente la velocidad. Por ejemplo, cuando las temperaturas rebasan los 30 grados, limitamos la velocidad para evitar que los automovilistas o motociclistas corran algún peligro.
¿Se siguen construyendo carreteras de hormigón en Alemania?
Sí, todavía se siguen construyendo carreteras de este tipo. Sin embargo, hoy en día su grosor es mayor, por ejemplo, entre 27 y 30 centímetros. Evidentemente, sabemos que se les tiene que dar mantenimiento a las carreteras más viejas. Por ejemplo, a largo plazo, entre más gruesas sean, menos se verán afectadas por el calor.
¿Se pueden sanear las carreteras más viejas?
En realidad se trata principalmente de carreteras que tienen más de 30 o 40 años de construcción, puesto que fueron diseñadas para una vida útil de entre 20 y 30 años. Por ejemplo, si una carretera fue construida hace unos 38 años, podemos decir que ha llegado al “fin de su vida útil”. Entonces hay que renovarla. También se hacen programas de renovación, pero no es posible reemplazar en un día tramos de autopistas que a veces alcanzan los 100 kilómetros de longitud. Así, algunas secciones son reemplazadas muy rápido, pero otras tardan mucho más.
¿Cuál es la ventaja de utilizar hormigón para construir carreteras en lugar de usar otros materiales como el asfalto?
En Alemania, entre un 25 y 30% de las carreteras han sido construidas con hormigón. El resto con asfalto. El hormigón tiene la ventaja de ser un producto de alta calidad y durable. La ventaja del asfalto es que permite construir las carreteras y renovar sus superficies rápidamente. Ambos materiales tienen sus pros y sus contras. La realidad es que, por el momento, no hay ningún criterio tajante para preferir un material u otro.
Usted conoce muy bien este material, ¿existe algún peligro si un gran edificio de más de 30, 40 o 50 años y construido con hormigón se expone a temperaturas extremas?
No, un desprendimiento en edificios altos no puede ocurrir, porque lo que pasa es que, cuando las temperaturas son muy elevadas, el material puede expandirse hacia arriba.
*El Dr. Stephan Freudenstein es profesor de Ingeniería del Transporte en la Universidad Tecnológica de Múnich.
Autor: Tobias Ölmaier / Israel Ayala
Editora: Emilia Rojas