¿Por qué hay escasez de medicamentos en Alemania?
8 de octubre de 2024Sólo cuestan unos céntimos y, sin embargo, actualmente escasean: las soluciones salinas se han convertido últimamente en un bien difícil de conseguir en los hospitales y las farmacias alemanas, pero se necesitan urgentemente para operaciones, irrigaciones e infusiones.
Según Thomas Preis, director de la Asociación de Farmacéuticos del Rin Norte, la situación ha empeorado drásticamente en los últimos meses. "Lo que ha sido un gran problema en los hospitales durante meses está afectando ahora también a la atención de los pacientes ambulatorios", advirtió al periódico alemán Rheinische Post.
El ministerio de Salud del estado federado de Renania del Norte-Westfalia confirma los problemas. "Desde hace varios meses, las clínicas de Renania del Norte-Westfalia y Alemania sólo reciben alrededor del 80 por ciento de lo que necesitan, y últimamente sólo alrededor del 50 por ciento", afirma la autoridad. Y según el Instituto Federal de Medicamentos y Productos Sanitarios (BfArM), esta situación continuará durante los próximos meses.
Otros países de la Unión Europea también se ven afectados por la escasez. Según una encuesta realizada por el PGEU (Grupo Farmacéutico de la Unión Europea) en 2023, la situación ha empeorado recientemente en países como Suecia, Portugal y España.
Medicamentos baratos de China e India, ¿pero a qué precio?
Las causas de la escasez son complejas, al igual que la producción actual de medicamentos. Mientras que Alemania, con grandes empresas farmacéuticas como Bayer, BASF, Boehringer Ingelheim y BioNTech, se consideraba antaño la "farmacia del mundo", ahora las fases de producción se han dividido y dispersado por todo el globo, con cadenas de suministro correspondientemente largas y, por tanto, potencialmente propensas a las interrupciones.
La mayoría de los principios activos se fabrican ahora en China e India. Allí, no sólo los salarios son más bajos. La normativa medioambiental también desempeña un papel menor que en Europa. Para poder ofrecer las sustancias aún más baratas, también se apuesta por la producción en masa y la monopolización. Esto significa que cada vez menos proveedores producen cantidades cada vez mayores.
"Por ejemplo, mientras que antes teníamos diez proveedores de jarabe febril de paracetamol, hoy sólo queda un proveedor principal", explica a DW el profesor David Francas, experto en la cadena de suministro de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Worms.
"Por tanto, dependemos de unos pocos fabricantes. Y si hay un problema con uno de ellos, toda la cadena de suministro se ve afectada", explica a DW la profesora Ulrike Holzgrabe, experta en química farmacéutica y medicinal de la Universidad de Würzburg.
"Si se producen pequeñas catástrofes en la ruta de suministro, como el cierre del puerto de Shanghái durante la pandemia del coronavirus o el barco atravesado en el Canal de Suez, entonces la mercancía no nos llega", ilustra la Holzgrabe.
Encontrar soluciones no es tan fácil
Los expertos creen que el reabastecimiento de medicamentos, una vez que su disponibilidad se han visto afectada por estos cuellos de botella en el suministro, es caro. Las instalaciones de almacenamiento cuestan dinero, y no es seguro que los medicamentos almacenados se vendan realmente.
Las fluctuaciones de la demanda son enormes: durante la pandemia de coronavirus, por ejemplo, la demanda en Infectopharm se desplomó porque el uso generalizado de mascarillas también había provocado un fuerte descenso de otras enfermedades infecciosas. La empresa tuvo que destruir caros zumos antibióticos para niños porque no podía venderlos. Pero, dos años después, la demanda volvió a dispararse.
Volver a trasladar la producción a la UE —como muchos piden— será difícil, y no sólo por los costes de almacenamiento. La producción de productos químicos finos para los principios activos también sería complicada. "Hemos creado una legislación medioambiental que lo hace casi imposible", afirma Holzgrabe. En cualquier caso, esto no sería una solución para el próximo invierno. "Se necesitan al menos cinco años para restablecer las instalaciones de producción", advierte, por su parte, Francas, experto en cadenas de suministro.
(gg/rml)