¿Por qué quiere Israel construir más asentamientos?
22 de diciembre de 2012Los palestinos festejaron a fines de noviembre su nuevo estatus como “Estado observador” en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La respuesta israelí al triunfo palestino no se hizo esperar. A vuelta de correo ha llegado la autorización israelí para la construcción de miles de nuevas viviendas en territorios ocupados.
“¿Ustedes acuden a la ONU? Pues recibirán la cuenta por ello ante sus narices”, así interpreta Sylke Tempel, estudiosa del Cercano Oriente en la Sociedad Alemana de Política Exterior (DGAP, por sus siglas en alemán), la señal que Israel parece enviar a los palestinos. Según los planes israelíes, una buena parte de estas nuevas viviendas deberán construirse en el este de Jerusalén.
Campaña electoral y escasez de viviendas
El grueso de los planes de edificación presentados por la administración de la ciudad y el Ministerio de Vivienda de Israel estaba engavetado desde la década de 1990, asegura Walter Klitz, representante en Jerusalén de la fundación Friedrich Naumann, cercana al partido liberal alemán FDP.
El hecho de que estos planes se desempolven justo ahora tiene también mucho que ver con la cercanía de las elecciones. En enero de 2013 los israelíes votarán un nuevo Parlamento. Y las encuestas de opinión predicen un masivo avance de los partidos de derecha. “Esa es la motivación del actual gobierno de (Benjamín) Netanyahu: volver a priorizar el tema de los nuevos asentamientos, para no perder muchos votos” entre quienes se ubican más a la derecha que su partido Likud, aclara Klitz.
Como sea, el plan de ampliar los actuales asentamientos en la periferia de Jerusalén no sólo se dirige al electorado más conservador. Cientos de miles de israelíes se lanzaron a las calles el pasado año, a protestar por la escasez de viviendas y los precios exorbitantes de los alquileres. Como país de inmigrantes –de judíos de todas partes del globo–, Israel necesita cada vez más espacio habitable, señala Walter Klitz. Así que, “en los asentamientos muy cercanos a territorios israelíes, la mayoría de la gente se desentiende del hecho de que se trata de los llamados ‘territorios en disputa’”, agrega Sylke Tempel.
Alcalde en campaña
Más de 200.000 colonos judíos viven en Jerusalén Este, un territorio que tiene mayormente el carácter de cualquier suburbio. El alcalde del asentamiento de Ma'ale Adumim (a cinco kilómetros de autopista del borde de la ciudad de Jerusalén, bien conectada y con buen clima), hace campaña para atraer a ancianos judíos estadounidenses y familias jóvenes, cuenta Sylke Tempel.
Ma'ale Adumim y sus similares en Jerusalén Este se diferencian de los asentamientos judíos en Cisjordania, donde viven unas 340.000 personas. Estos asentamientos del este no llaman tanto la atención como aquellos del oeste, que "se reconocen desde lejos, pues son como cuerpos extraños", considera Tempel. Además, agrega, "a pocos israelíes se les ocurriría mudarse al medio del Cisjordania, cerca de una gran ciudad palestina, para posicionarse políticamente desde allí. Es algo que sólo hacen personas que provienen, ideológicamente, del movimiento de colonos", asegura la experta en el Cercano Oriente.
El obstáculo más visible para la paz
Israel considera a Jerusalén como su capital “eterna e indivisible”. Los palestinos, por su parte, aspiran a que Jerusalén Este –y eso incluye el territorio de los asentamientos judíos allí establecidos– se convierta en la capital de un Estado Palestino. “Los colonos y el gobierno israelí deberían saber que pagarán las consecuencias“, ha amenzado el vocero del presidente palestino Mahmud Abbas, al tiempo que recordó que los palestinos –ahora con estatus de “Estado observador” en la ONU– podrían acudir al Tribunal Penal Internacional de La Haya.
"Los nuevos asentamientos tienen un enorme significado político porque se obstruirá visiblemente territorio que los palestinos consideran propio", indica Sylke Tempel. En cuanto a las consecuencias para el proceso de paz israelo-palestino, opina la experta, "este es sólo uno de muchos obstáculos para la paz."
Autor: Regina Mennig / RML
Editora: Cristina Papaleo