Polémico sistema europeo de vigilancia
29 de julio de 2012Este fin de semana (28.07.-29.07.2012) hubo varias protestas en Alemania, Francia, la República Checa y Austria, en contra del sistema de supervisión secreto de la Unión Europea, Indect (Intelligent information system supporting observation, searching and detection for security of citizens in urban environment).
Este sistema tiene como meta prevenir delitos en centros de aglomeración urbanos, detectando el comportamiento “anómalo” de personas. Por medio de cámaras de seguridad y hasta aviones no tripulados se podrán hacer detecciones automáticas del rostro de personas que generen desconfianza.
Después de descubrir a un sujeto sospechoso, por ejemplo por su forma de moverse o por llevar algún bulto grande, Indect escanea los datos biométricos de su cara y complementa estas informaciones con otros datos almacenados. En este proceso, por ejemplo, se podrían emplear datos de redes sociales como Facebook.
Indect, más peligroso que ACTA
Desde el 2009, la Comisión Europea ha invertido alrededor de 11 millones de euros en el proyecto de seguridad. Indect es una creación conjunta de instituciones científicas, empresas y autoridades policíacas. Nueve universidades de ocho países diferentes, como la Universidad alemana de Wuppertal, cooperaron en el proyecto.
Activistas defensores de la protección de datos, así como de derechos humanos y civiles critican el sistema de supervisón europeo, sin embargo, las manifestaciones no alcanzan las magnitudes de las protestas en contra del Acuerdo Comercial Antifalsificación, ACTA. Decenas de miles de personas se habían manifestado exitosamente en contra de este tratado. En entrevista con el noticiero de la Radiodifusión del Sureste germano (SWR), el diputado liberal alemán, Alexander Alvaro, vicepresidente del Parlamento Europeo, se mostró preocupado. Según él, este sistema representa aún un mayor peligro que ACTA.
Los límites de supervisión no son claros
Alexander Alvaro señaló que desconoce los límites de la supervisión: “Es una impertinencia que la Comisión Europea no responda a la preguntas del Parlamento Europeo”. Los datos de miles de millones de personas en toda Europa podrían ser almacenados en centrales en países con poca protección de datos como los EE.UU. o Ucrania. Así, esta estructura automática de supervisión podría ser un arma poderosa para gobiernos dictatoriales.
Autora: Violeta Campos
Editora: Rosa Muñoz Lima