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Latinoamericanos en las elecciones belgas

Mirra Banchón 23 de mayo de 2014

En un debate en la Casa de América Latina en Bruselas, DW recogió impresiones sobre Europa y su inmigración entre candidatos latinoamericanos que se presentan este domingo a las elecciones regionales.

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Iván Salazar, de origen colombiano, del partido ecoloImagen: DW/M. Banchon

Diecisiete candidatos de origen latinoamericanos se presentan a las elecciones de los parlamentos regionales en Bélgica. Éstas coinciden, el 25 de mayo, con las elecciones al Parlamento Europeo. En un debate en la Casa de América Latina, los candidatos –desde el centro derecha hasta la izquierda- analizaron tanto la política de migración belga como la europea, subrayando la notable presencia de cuadros “latinos” en la política de un país que está en el corazón de Europa.

¿A qué se debe esta singular alta presencia de inmigrantes de habla hispana en la política de un país en parte francófono? En los grupos políticos se ha despertado “un interés por la migración que ya fue legalizada, una migración que vota. Nace la necesidad de incorporar gente que abarque la problemática de esos mismos migrantes. Creo que ése es el punto de partida”, explica a DW Alicia Aguirre, trabajadora social, de origen argentino, candidata por partido VEGA (Verts&Gauche). A escala europea, éste forma parte del bloque de izquierda.

Por otro lado, “hay que resaltar que Bélgica es un sitio de paso de la migración en Europa: miles de redes sociales de los inmigrantes se cruzan y se concentran aquí. Es un país pequeño, pero de una gran movilidad”, explica a DW por su parte Iván Salazar , sociólogo colombiano, candidato por ecolo, partido que está actualmente en la coalición regional de gobierno y que, en la Eurocámara, integra la familia de Los Verdes europeos.

Regionalwahlen in Belgien lateinamerikanische Kandidaten Ivan Salazar & Luis Barbará
Luis Barbarán, de Perú, e Iván Salazar, de ColombiaImagen: DW/M. Banchon

Volver a comenzar

El gobernante Partido Socialista, el CDH de centro derecha, el Partido de los Trabajadores de Bélgica, el partido ecologista flamenco Groen, el recién fundado VEGA, los ecolo tienen en sus listas inmigrantes latinoamericanos. Y, durante el debate, muchos de ellos coincidieron en que en este sector de la sociedad, la crisis y las medidas de austeridad europeas se han hecho sentir y mucho.

“Hay muchos migrantes latinos que llegan ahora de Italia y España, los dos países donde se han ido a la quiebra. Llegan aquí con sus camionetas y sus herramientas a empezar de nuevo. Gente que tenía gasolineras, empresas de construcción. Algunos optaron por retornar. Otros están circulando dentro de Europa: hoy hay una masa de trabajadores calificados, que son electricistas, plomeros, oficios de la construcción, de los servicios, que han llegado con diplomas de la UE fundamentalmente de España y de Italia”, explica Salazar que colabora con la asociación de asesoría Hispano-Belga.

“Si tienen nacionalidad española o italiana pueden reconstruir una empresa, pero tienen que demostrar que invierten. No existe ningún programa del Estado ni europeo que los acoja en su calidad de pequeños empresarios, tienen que volver a empezar de cero”, dice el político belgo-colombiano echando en falta incentivos para tansmigrantes y pequeños emprendedores.

Migración con rostro de mujer

Luis Barbarán, economista peruano, distingue entre la migración de la década de l970 y 1980, primordialmente argentinos, chilenos y brasileños, que llegaron a Europa en un contexto de dictaduras.

“A esta comunidad, ya asentada, se une ahora una emergente: la andina, de peruanos, colombianos, ecuatorianos, bolivianos que han llegado a Europa no solamente por causas políticas. Esa migración tiene rostro de mujer y ha venido a limpiar casas, a dar mantenimiento, a dar cuidados a niños y a personas de la tercera edad”, afirma Barbarán. Él mismo llegó a Europa siendo adolescente, en 1991; su familia dejó el Perú por motivos políticos y económicos.

Regionalwahlen in Belgien lateinamerikanische Kandidaten Alicia Aguirre
Alicia Aguirre, trabajadora social, argentina nacida en BélgicaImagen: DW/M. Banchon

En su opinión, “hay que luchar por darle a la inmigración el valor que tiene: un enriquecimiento para el país de acogida. Hay que visiblizarla. Y hay que luchar en contra del determinismo social”. Es decir, que si en la primera generación los padres tuvieron que asumir tareas poco gratas, esto no tiene por qué repetirse en la segunda o tercera generación.

“No se reconoce la labor de la mujer que viene a limpiar la casa y que viene a cuidar los niños. No se reconoce que esto le permite a la europea ir a trabajar y generar beneficios económicos en Europa. El fenómeno se vio mucho en Españ”, afirma Aguirre, “ Por otro lado, no se reconocen sus títulos o la formación que trae de su país”, sigue recalcando la urgencia de armonizar, a nivel europeo, la homologación de estudios en terceros países.

Visas y regularizaciones

Y justamente en ese sector, se ubican ahora la mayor parte de trabajadores en situación irregular. A este respecto, “ecolo plantea que es necesario que las personas puedan circular libremente. Todas esas personas trabajan en oficios que la UE necesita, esa mano de obra –calificada o no- debe tener un permiso. Debemos armonizar la política europea para esa migración, no sólo para la selecta”, opina Salazar haciendo alusión a los programas europeos para conceder blue cards a personas altamente capacitada.

En la no respuesta política a este fenómeno, el especialista en migración y ahora candidato ve la fuente problemas adicionales. “Las mujeres que vienen de Ecuador o Colombia a trabajar en los campos agrícolas agroindustriales, no se van a parar. Por otro lado, si los Estados les dan permisos de tres meses y luego las dejan ilegales y las criminalizan, eso es pillaje”, denuncia Salazar y recuerda:

“En 1994-1995 empezamos a trabajar con las personas sin papeles y los ecologistas los que impulsaron una regularización masiva”, una medida –tomada tanto en Bélgica como en España- que buena parte del resto de países de la UE consideró unilateral y que causó por cierto, bastante disgusto en Europa.