Piazzolla, icono del tango en Alemania
20 de julio de 2012Hay compositores que son capaces de vivificar un estilo o un género local hasta tal punto, que acaban universalizándolo y convirtiéndolo en patrimonio de todos. Es el caso de Astor Piazzolla. El músico argentino destaca por sus singulares tangos, en los que combina la incisiva rítmica de jazz con instrumentos procedentes de la orquesta clásica y la introducción de nuevas armonías.
El “Tango Nuevo” de Piazzolla cautivó al mundo, pero en su día tuvo numerosos críticos y detractores. ¿Traicionó el músico el género tradicional o lo impulsó hacia nuevos horizontes? Actualmente el compositor es un icono en Argentina, un precursor de las tendencias de fusión y un músico venerado en países como Alemania. Los alemanes adoran el tango y los de Piazzolla tienen un componente ecléctico, que conecta especialmente con la sensibilidad germana.
Un cóctel de éxito
Uno de los alicientes de Piazzolla es su formación en música clásica, palpable en sus piezas. Hay quien sitúa al argentino entre los compositores clásicos contemporáneos o, como mínimo, a medio camino entre la música culta y la popular. Sea cual sea la utilidad de estas clasificaciones, la indefinición estilística de sus piezas ha acabado por redundar en una mayor popularidad de Piazzolla, conocido tanto por los amantes de música clásica como por los de la popular.
Tal vez en ese cóctel tenga que ver su condición de nieto e hijo de exiliados. Sus cuatro abuelos eran italianos asentados en Argentina y sus padres emigraron a EE. UU cuando Piazzolla era un niño. Sus influencias musicales proceden de fuentes diversas. Su padre escuchaba tangos cada noche en la casa familiar del Nueva York de los años 30. Cuando tuvo oportunidad, regaló al pequeño Astor un bandoneón, instándole a que aprendiera a tocarlo.
En la ciudad de los rascacielos, Piazzolla recibió formación en música clásica y se impregnó del ambiente de jazz de figuras de la época como Duke Ellington y Benny Goodman. Otra gran figura del momento acabó convirtiéndose en amigo de su familia, Carlos Gardel. El pequeño Astor tocó el bandoneón en algunas de las actuaciones privadas de la gran estrella del momento e incluso participó en su película El día que me quieras, haciendo el papel de repartidor de periódicos.
Al encuentro de una voz propia
Entre tanta influencia recibida ¿cómo lograr una voz creativa propia y reconocible? El catalizador en su caso tuvo nombre de mujer: Nadia Boulanger. La que fuera profesora de grandes maestros del siglo XX y amiga de Igor Stravinski dio clases en París al argentino, que al principio se avergonzaba de su trayectoria como músico de club nocturno.
Pasado un tiempo, Piazzolla se atrevió a mostrar a su sagaz profesora sus piezas con bandoneón. La reacción de Boulanger fue entusiasta: ese era el camino que debía seguir. El músico siempre guardó un grato recuerdo de su maestra.
Piazzola, venerado en Alemania
Muchos alemanes adoran la música de Piazzolla. Aquí cabe mencionar el curioso trayecto de ida y vuelta de un instrumento como el nostálgico bandoneón. Inventado a finales del XIX en Alemania para acompañar ceremonias religiosas, el bandoneón acabó convirtiéndose por obra y gracia de los marinos de la época en el instrumento de los burdeles bonaerenses de principios del siglo XX. Piazzolla era un virtuoso de este instrumento tan propicio para la melancolía.
En el pequeño pueblo bávaro de Alteiselfing han dedicado recientemente un festival de música y una calle al argentino: “Piazzollaweg”, toda una rendida muestra de admiración por su figura. Por su parte, el grupo afincado en Alemania “Piazzolla-Klassik-Ensemble” lleva la música del bandoneonista por toda Europa.
Intérpretes muy prestigiosos del ámbito de la música clásica incluyen piezas del argentino en sus conciertos. Especialmente interesante se revela el que ofrecerá el famoso Cuarteto Artemis en el Festival Beethoven 2012 de Bonn el próximo mes de septiembre bajo el título “Bach meets Piazzolla”. Precisamente este título ha sido utilizado en proyectos similares: “Mozart meets Piazzolla”, “Lalo Schiffrin meets Piazzolla”, “Friedrich Gulda meets Piazzolla”, por mencionar unos pocos en lo relativo a la música culta.
En el ámbito de la popular, ha habido muchos acercamientos al argentino, pero destaca el de la simpar diva alemana Ute Lemper. La cantante llegó a conocer personalmente a Piazzolla y en el aire quedó un proyecto de colaboración en común. En los últimos años, Lemper presentó un espectáculo dedicado al argentino, en el que incluso se atrevió a cantar tangos con acento porteño.
Autora: María Santacecilia
Editor: Emilia Rojas-Sasse