Peña Nieto califica asesinatos de Iguala como "indignantes"
6 de octubre de 2014
El tiroteo por parte de policías y pistoleros de tres buses repletos de estudiantes de magisterio en Iguala el pasado 26 de septiembre sigue teniendo repercusiones, especialmente porque 43 de los muchachos continúan desaparecidos. Decenas de cuerpos fueron encontrados en unas fosas en las afueras de la localidad, los que corresponderían a los jóvenes, que habrían sido acribillados por miembros de grupos del crimen organizado.
Este lunes (06.10.2014), el presidente de México, Enrique Peña Nieto, expresó su consternación por lo sucedido, calificando los acontecimientos como “indignantes, dolorosos e inaceptables”. Diversas organizaciones internacionales han alzado la voz por los hechos violentos, violaciones a los derechos humanos y numerosas desapariciones que afectan al país norteamericano, donde las autoridades parecen sobrepasadas por elementos antisociales.
En un breve mensaje, el mandatario dijo que había exigido a su gabinete de seguridad que participara en el “debido esclarecimiento” de la ola de violencia que, además, dejó seis muertos entre quienes se manifestaban por mejoras en la situación laboral de profesores rurales. “La sociedad mexicana y los familiares de los jóvenes que lamentablemente se encuentran desaparecidos, demandan con toda razón el esclarecimiento de los hechos y que se haga justicia”, apuntó.
Sin margen para la impunidad
“Lamento, de manera particular, la violencia que se ha dado y sobre todo que sean jóvenes estudiantes los que hayan resultado afectados y violentados en sus derechos en el municipio de Iguala”, añadió Peña Nieto, quien dijo estar “profundamente indignado” y “consternado por la información divulgada el fin de semana”. En un hecho inusual, el jefe de Estado convocó a la rueda de prensa para hablar exclusivamente del tema.
Aunque las autoridades esperarán los resultados de las pruebas genéticas para determinar la identidad de los 28 cuerpos, algunos calcinados y otros fragmentados, encontrados en las fosas, tres detenidos por los hechos del 26 de septiembre confesaron haber asesinado unos 17 estudiantes en un cerro de Pueblo Viejo. Peña Nieto aseguró que el gobierno cooperará para “conocer la verdad y que la ley se aplique a los responsables”, añadiendo que en un Estado de derecho “no cabe el más mínimo resquicio para la impunidad.
DZC (dpa, EFE)