Petro apunta a la "corresponsabilidad" por la Amazonía
14 de julio de 2023El Amazonas sigue ardiendo. A pesar de significantes mejoras en Brasil y en Colombia, donde la deforestación se redujo un 33,6% y un 36,4%, respectivamente, en lo que va de año, el estado del pulmón verde del planeta preocupa no solo a los países de cuyo territorio forma parte, si no también a la Unión Europea. El creciente interés de Europa por América Latina como proveedor de energía, así como el compromiso de la Unión Europea con el Pacto Verde (un paquete de iniciativas políticas para la transición ecológica), han puesto la Amazonía en el foco de mira de la UE.
El pasado fin de semana, el comisario europeo de Medio Ambiente, Virginius Sinkevicius, aprovechó la ocasión de la reunión preparatoria de la Cumbre Amazónica en la colombiana Leticia, para anunciar el nuevo programa de la UE: Amazonía+. Con este proyecto, que durará cinco años, la UE contribuirá con 20 millones de euros para "fortalecer la capacidad de los países de la Cuenca Amazónica para mitigar las emisiones de CO2 y adaptarse a los efectos del cambio climático".
Tan solo el principio
Un buen comienzo, opinan los expertos, pero no será suficiente.
Para solventar los problemas más urgentes, se necesitarían más bien billones, opina Sebastian Oberthür. El Profesor de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Brussels School of Governance está especializado en política medioambiental internacional y europea. "La dificultad con la protección del Amazonas es que en realidad no se puede pagar a los países amazónicos a largo plazo para mantener el bosque", dice el experto. Según él, programas como Amazonía+ pueden ayudar, pero lo más importante es que los países quieran conservar estos bosques por su propio interés.
El programa Amazonía+ busca, entre otros objetivos, impulsar espacios y metodologías de participación para incluir a los pueblos indígenas y a las comunidades locales en el desarrollo e implementación de políticas y mecanismos de gobernanza ambiental y forestal, explicó el comisario europeo.
"La propuesta me parece interesante, me parece que fortalecer la capacidad de los países de la cuenca amazónica es fundamental y yo creo que ahí deben irse los recursos" coincide Claudia Martínez Zuleta, directora de E3, una empresa asesora en ecología, economía y ética. No obstante, la también ex vice ministra de Medio Ambiente de Colombia propone que la Unión Europea también puede ayudar a desarrollar una estrategia para el manejo de estos bosques de manera mucho más sostenible, explorando aspectos como la bioeconomía y el ecoturismo.
El difícil equilibrio entre cooperación y paternalismo
Sin embargo, la cooperación en torno al medioambiente sigue siendo un tema espinoso. Algunos países temen que los paquetes de ayuda vayan ligados a obligaciones difíciles de cumplir para los países sudamericanos.
"Se trata de encontrar un complicado equilibrio entre cómo otorgar a los países receptores la mayor flexibilidad posible en cuanto a cómo gastar el dinero y cómo poder mantener el control y poner condiciones por parte de los países donantes.", dice Sebastian Oberthür. Precisamente este dilema es una de las razones que dificulta hasta día de hoy la ratificación del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea.
Un compromiso podría ser la propuesta de Gustavo Petro de reestructurar el sistema financiero global para adoptar el cambio de deuda extranjera por acción climática. El presidente colombiano ya había planteado esta estrategia en diferentes foros. Esta vez, en Leticia, el comisario europeo del Medio Ambiente se mostró abierto a la posibilidad y explicó que de momento la UE necesita "ver la propuesta el documento técnico para poder empezar las discusiones".
"Este método puede tener potencial, al resolver las deudas que muchos países nunca llegarían a pagar y al mismo tiempo cubrir el déficit de financiación de las medidas de protección del clima", opina el experto Sebastian Oberthür.
Sin embargo, también opina que la declaración del comisario europeo es algo abstracta: "El comisario de Medio Ambiente no tiene acceso directo a las deudas, no como lo tendría el comisario de finanzas, y la Comisión Europea tampoco es en absoluto la principal protagonista de la deuda, sino los Estados miembros de la UE. Así que quedaría un arduo camino."
La clave: corresponsabilidad
En los últimos meses, la deuda externa de Colombia ha alcanzado altos históricos: en marzo de 2023, el país latinoamericano presentaba una deuda externa de 187.371 millones de dólares, lo que corresponde al 55,3% del PIB nacional. Sin embargo, el país nunca ha tenido problema en honrar su deuda, explica la economista Claudia Martínez Zuleta.
En su opinión, lo que Petro pretende con esta propuesta, más bien de carácter simbólico, es resaltar que la protección del clima es una corresponsabilidad: "Yo lo que creo es que debe tomarse más como un llamado a que los países piensen fórmulas financieras y económicas diferentes para poder realmente llegar al corazón del asunto y no necesariamente per sé el canje de la deuda."
¿Qué puede traer la cumbre UE-CELAC? No mucho, opina la experta Miriam Gomes Saraiva, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ). "CELAC tiene muchos países con necesidades muy diferentes, con demandas muy diferentes." Por eso, para la experta en relaciones de la UE y América Latina, se trata más bien de mostrar la disposición a cooperar y conectarse entre ambas regiones.
(ers)