Periodistas prominentes abandonan Rusia
10 de noviembre de 2017Como las aves que migran hacia el sur ante la inminencia del invierno boreal, los periodistas que asumen una posición crítica de cara al Kremlin abandonan Rusia cuando se acerca el período de elecciones. El fenómeno ha vuelto a registrarse este año, faltando poco para los comicios presidenciales en Rusia, pautados para marzo de 2018. En el curso de pocas semanas, comunicadoras conocidas por su desempeño profesional anunciaron que habían salido del país y no regresarían por un buen tiempo. Entre ellas se encuentran Olga Romanova, Ksenija Larina y Julia Latynina; otras están por seguirles los pasos.
Las tres periodistas no son las primeras en huir de Rusia. Desde el retorno de Vladimir Putin a la presidencia del país, en 2012 –y sobre todo desde la anexión de la península ucraniana de Crimea a la Federación Rusa, en 2014–, escritores y trabajadores de los medios, políticos opositores, artistas y analistas han salido hacia otros países por temor a que su labor los convierta en blanco de represalias oficiales o de violencia perpetrada por simpatizantes de Putin. Christian Mihr señala que lo preocupante de los casos más recientes –los de Romanova, Larina y Latynina– es que se trata de periodistas moscovitas reconocidas.
Mihr es director ejecutivo del capítulo berlinés de la organización Reporteros sin Fronteras. "Ellas, que escriben para medios de relevancia nacional, se sienten tan amenazadas que han optado por la huida. Eso demuestra lo peligrosa que es, a largo plazo, la impunidad generalizada que prevalece en Rusia: el hecho de que los autores intelectuales y materiales de las agresiones contra periodistas casi nunca sean castigados fomenta la imitación de esos delitos y persuade a muchos comunicadores de no informar de una manera independiente", comenta el experto, agregando que la televisión oficial contribuye al difamar a los medios alternativos.
Olga Romanova: redada por sospecha de malversación
Romanova vive en Alemania desde septiembre; pero hizo público su paradero apenas el pasado 7 de noviembre. El anuncio acaparó titulares en Rusia, donde la moscovita de 51 años trabaja para diversos medios audiovisuales e impresos, y dirige una organización no gubernamental que defiende los derechos de los reclusos. Fue precisamente una redada practicada por las autoridades en la sede de Rus Sidjaschtschaja (Rusia tras las rejas) en junio de 2017 lo que la llevó a abandonar Rusia. Romanova es investigada por la supuesta malversación de dinero público. Ella prefiere defender su inocencia "en libertad", ha dicho.
Ksenija Larina temía correr la suerte de Tatiana Felgenhauer
Sobre la huida de Larina se supo el 31 de octubre porque el jefe de redacción de la radioemisora liberal Echo Moskwy, Alexej Wenediktow, informó que su colega había salido de Rusia por seis meses por motivos de seguridad. De momento no se sabe en qué país se encuentra la periodista de 54 años, que sigue moderando sus programas a través de Skype. Lo que desencadenó su decisión fue lo ocurrido a Tatiana Felgenhauer, otra empleada de la emisora Echo Moskwy: ella fue atacada con un cuchillo y herida en el cuello. Hasta ahora, Felgenhauer no ha abandonado Moscú. El atacante fue detenido bajo el cargo de intento de asesinato.
Julia Latynina: ataque explosivo
En una entrevista, Larina culpó parcialmente a los medios estatales por la agresión contra Felgenhauer, arguyendo que éstos han creado un estado de ánimo colectivo que propicia ese tipo de ataques. Aunque ninguno de estos sucesos es desdeñable, el que más atención atrajo fue el protagonizado por Julia Latynina, moderadora de un programa semanal en Echo Moskwy y autora de una columna para el prestigioso diario Nowaja Gaseta: la profesional de 51 años hizo saber a mediados de septiembre que había salido del país con su familia. La razón: desconocidos incendiaron su automóvil frente a su domicilio en Moscú.
Antes de eso, Latynina ya había sido objeto de varias agresiones físicas y su casa había sido impregnada con una sustancia líquida venenosa. La de Romanova, Larina y Latynina no es una emigración definitiva… por ahora. Ellas aspiran a regresar a Rusia "tan pronto como pase el peligro", como ha dicho Latynina.
Autor: Roman Goncharenko (ERC/VT)