Periodistas asesinados: cifras de la vergüenza

El 2005 fue un año asesino a juzgar por los balances que hacen organizaciones de derechos humanos, de periodistas y de protección a la libertad de prensa. Nuevamente las estadísticas ponen de manifiesto la aversión de tiranías a una labor clave para la libertad y la democracia. En París y Berlín, la organización "Reporteros sin Fronteras" presentó su reporte de 150 páginas, en donde sobresalen en las estadísticas países como China, Cuba y del Medio Oriente. La organización afirma que el año pasado fueron asesinados por lo menos 63 comunicadores. Más de 120 periodistas y unos 56 disidentes cibernéticos fueron encarcelados en el 2005.

Otras organizaciones, como la neoyorkina Comittee to Protect Journalists, coinciden en que Irak sigue siendo, al igual que en el 2005, el país más peligroso del mundo, donde 25 periodistas perdieron la vida. Pero la violencia que conlleva el ejercicio del periodismo afecta gravemente a países como Filipinas, México, Nigeria y Bangladesh. Esta represión ascendente, en algunos casos a cargo de las fuerzas del orden, en combinación con jueces corruptos, sicarios de políticos influyentes, matones a sueldo, secuestradores y narcotraficantes, es por lo general, la combinación mortal que amordaza violentamente al periodista incómodo.

Repudio a Cuba

La Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, condenó al régimen de Fidel Castro en Cuba, que mantiene encarcelados a 25 periodistas bajo cargos de delito de conciencia. La organización exhortó al líder cubano a liberarlos inmediatamente y dar atención médica a 18 de ellos, cuyo estado de salud es grave. Fueron detenidos en el 2003 durante una redada conocida como "Primavera Negra" desde entonces su salud se ha deteriorado como resultado de los maltratos físicos, mala alimentación y falta de atención médica. Los periodistas cumplen entre uno y 27 años de condena. La mayoría presenta serios trastornos de salud y padecen problemas psiquiátricos. La SIP publicó en internet un reporte con la lista de encarcelados así como su repudio a la censura y represión a la libertad de prensa por parte del Estado castrista.

En otros países latinoamericanos la situación es distinta pero no por ello menos grave. En Colombia, según la SIP, fueron asesinados 114 informadores durante los últimos diez años. En México, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció un preocupante patrón que provoca la muerte violenta de 3 a 4 comunicadores al año. Tan sólo en el 2006, dicha dependencia registró 11 atentados contra periodistas, tres asesinatos, tres agresiones y cinco amenazas. Resulta preocupante que muchos periodistas mexicanos opten por la autocensura como una forma de protección frente a la deficiente capacidad del Estado para defenderlos.

Asesinatos premeditados

En Sri Lanka, en donde tiene lugar la Conferencia Internacional sobre Libertad de Prensa, francotiradores atacaron sorpresivamente la sede del periódico Uthayan, matando a dos personas y dejando numerosos heridos. El gobierno de Colombo condenó el ataque afirmando que fue un intento por desacreditarlo. En las últimas semanas se han registrado continuos enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y la guerrilla.

En Filipinas un columnista de un diario fue asesinado a tiros cuando salía de su casa. La víctima revelaba frecuentemente casos y escándalos de fraude y evasión fiscal. Con él ya son 76 los periodistas asesinados desde que en 1986 se reestableció la democracia en el país. Organizaciones no gubernamentales sitúan a Filipinas como segundo país más peligroso después de Irak.

Con la ayuda del Internet

China se ha convertido en la mayor celda del mundo para periodistas. Sin embargo en esta lucha cotidiana contra la censura estatal el caso del diario juvenil "Bingdian" (punto de congelamiento), muestra que el Internet puede ser un arma muy efectiva para oponer resistencia al control estatal. Sus críticos reportajes fueron la razón para que la cúpula china ordenara la clausura de su redacción. Su editor en Jefe, Li Datong se opuso abiertamente e intentó defenderse con medios legales. Además publicó una queja en Internet que fue censurada rápidamente pero fue suficiente para ganar apoyos de todos los ámbitos, lo que logró doblegar al poderoso Ministerio de Propaganda. El diario se publica nuevamente aunque con un cambio de figuras.

Mundo árabe

Más allá del particular caso de Irak, la situación en los países árabes varía de país a país. Pese a que oficialmente todos ellos afirman respetar la libertad de expresión y defender la democracia, la realidad, como siempre, es otra. Los disidentes al aparato Estatal son castigados con la cárcel o son obligados a refugiarse en el exilio. Pese a la relativa libertad de prensa existente en Irak, en los territorios palestinos, en Líbano y Egipto, en general se está lejos de uno de los pilares de toda democracia. El caso del periodista marroquí Ali Marabet muestra cuán sensible es la jerarquía política a cualquier crítica. Fue detenido por haber publicado una caricatura del Rey, lo que fue calificado como una ofensa a su dinastía. El diario fue clausurado y el osado comunicador cumple una pena de 5 años de cárcel.