Pegida rebaja concurrencia
25 de enero de 2015El movimiento parece haber perdido algo de fuerza tras la dimisión de su líder, Lutz Bachmann, por la aparición de una foto suya posando como Hitler, aunque –según cálculos de la policía- logró congregar nuevamente a unos 17.300 manifestantes frente a la emblemática Ópera Semper de esta ciudad del este alemán.
Los simpatizantes de Pegida se dieron cita por decimotercera vez, luego de que su concentración del pasado lunes 19 de enero fuera prohibida por el riesgo de atentados terroristas y la de esta semana fuera adelantada al domingo. La concurrencia quedó por debajo del récord de 25.000 personas que reunió Pegida en su anterior cita del 12 de enero, tras crecer exponencialmente en diciembre.
Mensaje del líder del partido xenófobo holandés
La manifestación fue abierta por la portavoz del movimiento, Kathrin Oertel, quien se ha convertido ahora en el principal rostro visible del movimiento. Los manifestantes pudieron escuchar, asimismo, un mensaje del líder del xenófobo Partido para la Libertad (PVV) holandés, Geert Wilders, leído por un compatriota suyo: "La gente esta harta del terrorismo y el odio, de los atentados, del derramamiento de sangre, de la islamización, de las elites políticas que traicionan nuestra identidad judeo-cristiana y nuestras tradiciones, destruyen el futuro de nuestros hijos y llevan a cabo la liquidación de nuestros países y nuestra civilización", dijo. En su mensaje, Wilders expresó "de todo corazón" su apoyo y el de "millones en Europa" y afirmó que es "realmente fantástico lo que está pasando en Dresde". "Estoy orgulloso de vosotros. Queremos lo que queréis vosotros: un pueblo libre, un país libre, un país civilizado y ninguna islamización", subrayó.
Al igual que en anteriores concentraciones, los manifestantes portaban pancartas con lemas como "Sin violencia y unidos contra las guerras religiosas en territorio alemán" y "Queremos democracia, no la colonización forzada". Además, los simpatizantes de Pegida arremetieron de nuevo contra los medios de comunicación al grito de "Prensa mentirosa" y cerraron la concentración con un "Volveremos.
A la luz del día, "Dresde para todos"
Es la primera vez también que los organizadores de este movimiento emergente convocan a una concentración en Dresde a plena luz del día. "Lamentablemente hoy hay demasiada luz" y la Semperoper no podrá apagar su iluminación, bromeó otro portavoz. Tanto la ópera de Dresde como varias otras ciudades desconectaron en anteriores convocatorias de Pegida la iluminación nocturna de sus monumentos más emblemáticos para mostrar su oposición a las marchas de Pegida.
Los organizadores adelantaron esta vez la tradicional marcha de los lunes alegando razones de seguridad y para evitar choques con concentraciones en su contra. No obstante, a pocos metros de allí, en la vecina Schlossplatz (Plaza del Palacio), se produjo una contramanifestación bajo el lema "Dresde para todos", que reunió a unas 5.000 personas. Según las autoridades, se registraron algunos forcejeos, que acabaron rápidamente gracias al amplio operativo desplegado por la policía.
Semana complicada
El movimiento, que se ufana de defender los valores judeo-cristianos de Europa y critica las políticas de inmigración de Berlín apelando frecuentemente a consignas racistas y xenófobas, cierra hoy su semana más complicada. Dos días después de cancelar la manifestación del lunes pasado, su máximo dirigente, Lutz Bachmann, renunció ante la apertura de diligencias judiciales en su contra por instigación al odio racista. En su página de la red social Facebook, Bachmann había publicado comentarios con insultos a inmigrantes y refugiados y colgado la foto en la que se lo ve con el bigote y el peinado del dictador Adolf Hitler.
El pasado miércoles, el grupo denominado Legida, variante local, aunque más radical, de Pegida, logró congregar en la ciudad de Leipzig, cercana a Dresde, a hasta 15.000 simpatizantes para reclamar el fin de lo que consideran "la inmigración masiva".
La imagen de Alemania en el exterior
El fenómeno de Pegida ha sacudido a la opinión pública alemana y enfrentado a los partidos políticos ante la disyuntiva de ignorarlo o buscar el diálogo, algo que hasta ahora sólo hizo formalmente la euroescéptica formación Alternativa para Alemania (AfD).
El ministro ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, advirtió hoy que las protestas de Pegida han dañado seriamente la imagen de Alemania en el exterior: "En Alemania se subestima el daño que ya han causado los eslóganes xenófobos y racistas de Pegida", dijo Steinmeier en una entrevista que publica hoy el dominical Bild am Sonntag.
Las marchas comenzaron a mediados de octubre con unas 150 personas y fueron atrayendo a un número creciente de personas, mucha gente de clase media y trabajadora, pero también reconocidos neonazis y funcionarios del ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD). El fenómeno se reprodujo en otras ciudades alemanas, pero con mucho menor concurrencia.
En contrapartida, un sinnúmero de contramarchas multitudinarias se realizan cada semana en favor de un país tolerante y solidario. Así, este lunes (26.01.2015) tendrá lugar en Dresde un concierto gratuito de conocidos músicos alemanes en favor de la diversidad.
Según datos oficiales, en Dresde, una ciudad de poco más de medio millón de habitantes en la que pareciera concentrarse el mayor número de manifestantes preocupados por la presunta “islamización de Occidente”, sólo el 0,4 por ciento de la población profesa la fe musulmana, los extranjeros constituyen el 4,1 por ciento de la población y el 7,2 por ciento tiene ascendencia no alemana.
RML (dpa, efe)