Países emergentes atraen más inversiones que industrializados
26 de julio de 2011Publicidad
Los países emergentes y en vías de desarrollo no sólo se han hecho cada vez más atractivos para los inversores, sino que se han convertido en inversores ellos mismos, asegura la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) en su “Informe Sobre las Inversiones en el Mundo 2011”, presentado este 26 de julio en varias capitales del globo.
650.000 millones de dólares (USD) atrajeron estos países en 2010, superando con tal cifra a las naciones industrializadas. “Es algo que no había ocurrido antes y que hace notable el desplazamiento de la atención en cuanto al potencial económico”, señaló el representante de la UNCTAD, Joachim Karl, durante la presentación del documento en Berlín.
Las empresas globales tratan de ahorrarse costos de producción y beneficiarse con el crecimiento de estos mercados. Pero el flujo de inversiones se reparte de manera bastante desigual entre las economías emergentes y en vías de desarrollo. El sureste asiático y América Latina se benefician con la llegada del capital extranjero que atraen florecientes potencias económicas como China, India y Brasil. Mientras, África parece ser el perdedor de este juego.
Sólo 55.000 millones de USD, la mayor parte para la extracción de materias primas, llegaron a la región en 2010 –o sea, 5.000 millones menos que el año anterior. Y el panorama parece igualmente desalentador para los países menos desarrollados (conocidos como Least Developed Countries, según la terminología de la ONU).
Producción por encargo: ¿una oportunidad?
La participación de los grandes países emergentes en las inversiones creció en un 30 por ciento a escala global. Como tendencia más importante el Informe Mundial de Inversiones 2011 apunta al creciente uso estratégico de los llamados modelos no participativos (“non-equity modes”).
De acuerdo con esta tendencia, cada vez más países en vías de desarrollo producen “por encargo” –accesorios para vehículos automotores, componentes electrónicos, textiles, calzado o productos agrícolas– , para corporaciones transnacionales de países industrializados que no arriesgan su propio capital. Unos 15.000 millones personas hallan empleo en este tipo de negocio, que reporta ganancias anuales de unos dos billones de USD.
La UNCTAD advierte en esta tendencia una oportunidad para la creación de valor y de empleo, así como para la transferencia de conocimientos hacia los países en vías de desarrollo. Sin embargo, tales prácticas implican no pocas veces consecuencias negativas para el medio ambiente o el incumplimiento de estándares sociales y laborales internacionales.
“Las condiciones laborales que se imponen a los trabajadores por encargo ofrecen a veces motivo de preocupación”, admitió con cuidado el representante de la ONU, sin poder evadir la mención del caso de la gigante taiwanesa Foxconn.
Foxconn, que fabrica iPhones y otros productos electrónicos en China, llegó a los titulares recientemente como “fábrica de suicidios”, a consecuencia de una serie de desesperadas inmolaciones entre sus trabajadores. Los empleados se quejaron de pésimas condiciones laborales y, aunque la compañía se negó a aceptar la veracidad de las denuncias, los sueldos fueron elevados posteriormente hasta alrededor de un 70 por ciento.
2013: la luz detrás de la crisis…
En resumen, en comparación con el año precedente, en 2010 se invirtieron 1,24 billones de USD más en todo el mundo. Pero la recuperación de la crisis económica y financiera global es lenta, advirtió el economista de Naciones Unidas en Berlín: “Si todo sale bien, suponemos que la recuperación se acelere y que alcancemos nuevamente en 2013 el nivel que teníamos antes de la crisis, con casi 2 billones de USD”, explicó.
Por el momento, es Alemania la única de las grandes economías europeas que reporta una tendencia creciente en este informe de la UNCTAD. Como destino de inversiones extranjeras el país se ubicó en el quinto puesto a nivel mundial con cerca de 46.000 millones de USD. Los germanos no sólo estuvieron precedidos por EE.UU. y China en los primeros puestos (con 230.000 millones y 175.000 millones respectivamente), sino también por Brasil en cuarto lugar (con 50.000 millones).
Como inversor, Alemania se ubicó incluso en el segundo puesto (105.000 millones), detrás de los EE.UU. (330.000 millones) y delante de Francia (cerca de 100.000 millones). Entre las locomotoras globales germanas se situaron nuevamente, en el sector financiero, la aseguradora Allianz y los bancos Deutsche Bank y Commerzbank. En la industria, Siemens, Deutsche Post y Volkswagen marcaron la delantera.
Autor: Bernd Grässler / Rosa Muñoz Lima / epd
Editor: José Ospina Valencia
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