Parteras, una esperanza para Afganistán
Según estimaciones de la ONU, cada dos horas muere una mujer durante el embarazo o el parto en Afganistán. Un proyecto piloto para jóvenes matronas busca dar una señal de esperanza.
Trabajo en la maternidad
Bajo la dirección de personal cualificado, las matronas en práctica del hospital de Bamiyán aprenden a ayudar a las embarazadas durante el parto y a atender tanto a la madre como al niño después del nacimiento. El programa fue puesto en marcha por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en cooperación con la organización de ayuda local "Watan Social and Technical Services Association".
A la espera de trabajo
Desde su llegada al poder en 2021, los talibanes han bloqueado en gran medida el acceso de las mujeres a la educación, la universidad y el mercado laboral. Sólo en el sector sanitario hay excepciones. Las 40 jóvenes que están recibiendo formación en el hospital de Bamiyán atenderán después a mujeres embarazadas en sus aldeas.
Clases de mujeres para mujeres
Las participantes siguen las clases con concentración y motivación: "Quiero aprender y ayudar a la gente de mi pueblo", dice una estudiante de obstetricia de 23 años. La ayuda es necesaria: en Afganistán, casi el seis por ciento de los recién nacidos mueren antes de cumplir los cinco años.
Controlar la presión arterial
Parte de la rutina diaria consiste en medir la presión arterial de las embarazadas. Algunas de las futuras matronas ya son madres y conocen los problemas del embarazo: "al principio no quería ser enfermera ni matrona", dice una participante en el proyecto. Pero las experiencias vividas durante su propio embarazo cambiaron su actitud.
Con el velo en su lugar
Todo tiene que encajar: una estudiante de 20 años se ajusta el cobertor de la cabeza y la nariz frente al espejo poco antes de empezar su servicio. Su compromiso con su formación de matrona es enorme, porque tarda unas dos horas en llegar andando al hospital.
Panorama grandioso, atención deficiente
Tras su formación, las comadronas deben asistir a las mujeres de aldeas remotas durante el parto, porque es allí donde la gente suele estar aislada de la atención médica. Según la Organización Mundial de la Salud, Afganistán es uno de los países con mayores tasas de mortalidad materna: alrededor del tres por ciento de las mujeres mueren durante o como consecuencia del embarazo.
La pérdida de un hijo
Por culpa de la falta de atención médica, Aziza Rahimi, de 35 años, perdió a su hijo. "Estuve sangrando durante dos horas y mi marido no encontraba una ambulancia", cuenta. Su hijo murió poco después del parto, que vivió sola en casa. "Tuve a mi hijo en el vientre durante nueve meses y luego lo perdí, es extremadamente doloroso".
Sólo la ropa es de color rosa
Mujeres esperan a ser atendidas en el hospital de Bamiyán. Muchas de ellas no tienen acceso a información sobre el embarazo, el parto y la planificación familiar. La tasa de natalidad en Afganistán sigue estando por encima de la media regional, estadísticamente una mujer da a luz a 4,64 niños. En comparación, la tasa natal en el vecino Irán es de 1,69 niños por mujer. (mn/dz)