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"Para los jóvenes chinos, Tiananmen es cosa del pasado"

Mathias Bölinger / JAG4 de junio de 2014

Louisa Lim, corresponsal en China, escribió un libro sobre consecuencias de la masacre del 4 de junio. “República Popular de Amnesia”. Con ella hablamos sobre el desconocimiento de lo ocurrido y la división opositora.

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Imagen: Getty Images

DW: Se cumple el 25 aniversario de la masacre en la plaza de Tiananmen. Ya se escribieron muchos libros y ya se filmaron documentales sobre el tema. ¿Qué es lo que Ud. quiso contar?

Louisa Lim: Hay libros y documentales sobre el tema. Pero la mayoría se realizaron poco después de los sucesos. En los últimos años, en China no se escribió mucho sobre la herencia de Tiananmen. A mi me interesa cómo el gobierno chino consiguió borrar con éxito de la historia los acontecimientos de entonces. Quería saber lo que saben los jóvenes chinos sobre la protesta. Y me sorprendió lo poco que sabían y lo poco que les interesaba.

¿Cómo pudo comprobarlo?

No use métodos científicos. Estuve hablando con una serie de personas. Me presenté en cuatro universidades con la famosa imagen del fotógrafo de AP Jeff Widener, en la que un joven cierra el paso a una columna de tanques blindados. Fui a las universidades que más habían participado en las protestas. Mostré la foto a los estudiantes para ver si la reconocían. Y me sorprendió realmente que, de 100 estudiantes a los que enseñé la foto, solo 15 supueran lo que representaba. Los demás ni siquiera mostraban signos de saberlo. Planteaban preguntas como: ¿Se tata de Corea del Sur? ¿Kosovo? De los 100 estudiantes a los que consulté, 19 pensaban que se trataba incluso de un desfile militar. Más de los que reconocieron la foto.

Louisa Lim
Louisa Lim, corresponsal en Pekín.Imagen: Leila Navidi

¿Se puede concluir que no sabían sobre los acontecimientos?

Muchos de ellos no tenían ni idea y tampoco interés. Sobre eso no se habla en la escuela y en la universidad se trata de un tema muy marginal. En los libros de historia de los estudiantes de bachillerato el tema se trata en cuatro páginas. El científico francés Michel Bonnin analizó estos libros y descubrió la cantidad de mentiras históricas que contienen. En internet, cualquier indicio del 4 de junio es censurado. Per,o además, tampoco parece que haya mucho interés. Los jóvenes creen que la política es peligrosa y se alejan de ella. Para muchos, el año 1989 es cosa del pasado. Un estudiante me dijo: “Si fuera historiador o arqueólogo, podría opinar sobre ello”. Es una opinión muy extendida. 25 años son cosas del pasado. No tiene nada que ver con la juventud.

Habló también con muchos que en aquel entonces eran jóvenes. ¿Cómo ven hoy los acontecimientos los activistas de 1989?

Hay una gran diferencia entre aquellos que viven en China y los que viven en el exilio. Incluso sus recuerdos son diferentes. Los que viven en el exilio se acuerdan de los sucesos como una fiesta de las ideas. Recuerdan que, por momentos, cientos de miles o incluso millones de estudiantes ocupaban la plaza. Recuerdan cuando parecía que los estudiantes tenían el mando. Los que se quedaron en China tienen otros recuerdos. Si miran hacia atrás, les parece que todo el movimiento fue un fracaso inevitable con la idea de que la masacre era al final ineludible. Es interesante ver cómo los mismos recuerdos son tan diferentes y cómo el clima político de China influye en esos recuerdos.

Portada del libro "República de Amnesia".
Portada del libro "República de Amnesia".Imagen: Oxford University Press

¿Cómo marcaron estos hechos a la China actual?

Creo que fueron decisivos para la China de hoy. Deng Xiaoping hizo un discurso poco después de la masacre ante los soldados, en el que explicó su estrategia, su visión, su camino para China. Y este camino es el mismo hoy en día. Deng habló entonces de la necesidad de continuar con las reformas económicas. Aclaró que las reformas políticas no eran necesarias y ésa es la línea actual. Dijo que China necesitaba un mecanismo para evitar que volviese a suceder algo parecido. Fue el inicio de la época de la “garantía de estabilidad”, en la que tanto protestas como disidentes fueron intensamente vigilados. Se quejó de la falta de “educación patriótica”, lo que a su juicio hizo posible que se desataran las protestas. Estas palabras fueron el punto de partida de una campaña de educación patriótica masiva que comenzó en 1991. Considero que llevó al despertar del nacionalismo y al adoctrinamiento de una generación de jóvenes chinos más patrióticos y más nacionalistas. La China actual tiene que ver con esa decisión tomada justo tras las protestas.

Considerando la dureza frente a la disidencia… ¿se podría decir que Xi Jinping es un alumno aventajado de Deng?

Si observamos la forma en que los dirigentes chinos actúan ante el aniversario, descubriremos mucho sobre los miedos de esta generación de dirigentes. Este año la policía detuvo por primera vez a personas que recordaban los sucesos en un entorno privado. Se condena tanto a los que lo recuerdan públicamente como a los que lo hacen en privado. Eso indica que la plana mayor tiene miedo a pesar de la posición de China como segunda economía mundial con grades reservas. Parece que tienen miedo a una docena de personas que hablan sobre las revueltas de Tiananmen. Creo que demuestra la paranoia de la cúpula dirigente.

¿Tuvo que tomar medidas de precaución a la hora de escribir este libro?

Tuve que tomar precauciones. No sé si eran necesarias o no, pero tenía la impresión de que tenía que tomarlas para escribir el libro y poder investigar en China. Me impuse reglas a mí misma. No hablaba por teléfono sobre el libro. No hablaba en casa o en la oficina sobre el libro puesto que ambas estaban en una urbanización para diplomáticos y sospechaba que podía estar vigilada. No nombraba el libro en correos electrónicos ni tampoco hablé de él a mis hijos. Tenía miedo de que lo contasen. Pero mis riesgos eran realmente pocos en comparación con los riesgos que corrían los que hablaban conmigo. La mayoría eran ciudadanos chinos y no hubiesen podido abandonar el país. Si a pesar de eso hablaron conmigo, indica que pensaban que era hora de hablar de esta historia.

Louisa Lim es estadounidense y trabajo como periodista en Pekín. Su libro se titula: “La República Popular de Amnesia. Nueva visita a Tiananmen”, Oxford University Press, 2014