¿Papas latinoamericanas para Alemania?
12 de enero de 2007La organización ecologista Greenpeace advirtió este 12 de enero sobre el consumo de uvas y lechugas en Alemania. Descubrieron en una prueba hecha a 675 verduras y frutas vendidas en diferentes supermercados alemanes y austriacos, una dosis de pesticidas superior a los niveles permitidos. Las uvas analizadas provienen de la zona mediterránea y representan un peligro potencial para el consumidor según Greenpeace, que en el mismo informe hace hincapié en que las uvas ecológicas investigadas no contenían residuos contaminantes.
Ante este tipo de noticias no sorprende que cada vez sean más los consumidores que optan por alimentarse con productos cosechados ecológicamente, es decir sin uso de pesticidas y abonos químicos.
La Asociación de Productos Naturales Biológicos (BNN) investigó hace unos meses los motivos tras la creciente demanda de productos ecológicos y llegó a la conclusión de que es impulsada predominantemente por el temor de los consumidores a los efectos del uso de pesticidas y a la manipulación genética.
Bio a descuento
En total el porcentaje de alimentos ecológicos abarca actualmente el 2,7 por ciento del mercado germano. El instituto alemán de mercadotecnia GFK indica en una publicación reciente que el 90 por ciento de los hogares alemanes consumieron por lo menos trece veces productos agrícolas "bio" en el 2006. Esto aunque parece poco, representa un incremento del 80 por ciento en el consumo de productos ecológicos.
Las grandes cadenas de descuento tratan de explotar la mina de oro que representa la nueva conciencia ecológica de los alemanes. Muchos agricultores alemanes no están dispuestos a vender al bajo precio exigido por los monopolios comerciales, que optan por comprar en el extranjero. No es sorprendente encontrar en los mercados alemanes fresas de Polonia, tomates de Cerdeña o cereales de la República Checa.
Desequilibrio entre oferta y demanda
En Alemania existen actualmente entre 17.000 y 18.000 campos de cultivo ecológico. Cada año se suma un promedio de 1.000 más. La decisión por el cultivo ecológico es un paso duro. El nivel de producción de las tierras tarda en regularse; transcurren en promedio hasta tres años antes de que los agricultores puedan situar sus productos en el mercado y sus pérdidas ascienden hasta a un 60 por ciento en este periodo, lo que explica en parte el encarecimiento de los precios del cultivo ecológico.
La diferencia de precios vigente en territorio europeo no se debe a que el cultivo sea más barato en otros países que en Alemania, sino a que muchos agricultores tanto de la zona mediterránea como del este europeo reciben subsidios por parte de la Unión Europea el doble de altos que los que reciben los "bio" campesinos germanos.
¿Oportunidad para campesinos latinoamericanos?
En el caso del café y los plátanos el mercado alemán está supeditado a las importaciones en 100 por ciento, por ser productos que no se cultivan en Alemania.
No existen predicciones confiables para otros productos, pero los expertos prevén un incremento fuerte de importaciones especialmente de frutas y verduras, miel, mermelada y cereales.
Felix zu Löwenstien, presidente de la Asociación alemana de la Agricultura Ecológica vaticina que en el 2007 se registrará un enorme incremento de importaciones especialmente de papas. La mayoría provendrá de Italia y de Egipto.
Tanto en el este europeo como en Latinoamérica se cultivan muchos productos de forma biológica, explica Achim Spiller, profesor de mercadotecnia agrícola de la Universidad de Gotinga. Muchos países en vías de desarrollo cuentan con una agricultura estructurada en pequeñas parcelas, utilizan poco abono y pesticidas, condiciones perfectas que podrían favorecer un incremento de las exportaciones hacia Europa en los próximos años.