Papa Francisco, entre la continuidad y el cambio
21 de junio de 2013El pasado 13 de marzo, el papa Francisco comenzó su pontificado de un modo inusual, saludando a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro con un sencillo: “Hermanos y hermanas, buenas noches”. Era el primero de una serie de signos distintivos del nuevo pontífice, al que siguieron otros como el acto de visitar a presos el Jueves Santo, o fustigar abiertamente “los intereses económicos cortoplacistas y a la mentalidad de poder de unos pocos que excluyen a la mayoría de las personas del mundo", tal y como lo manifestó el 20 de junio ante participantes en una conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“Desde el primer momento, el papa Francisco dejó en claro que no iba a cultivar usos, digamos, ‘monárquicos'. Es un hombre muy sencillo”, afirma a DW Reinhard Mawick, portavoz de la Iglesia protestante en Alemania (EKD).
La polémica inicial
Pero además de estos aspectos elocuentes, en estos cien días han acompañado al papa Francisco otros temas. El primero, desde la perspectiva latinoamericana, fue el de las acusaciones formuladas desde hace años sobre una supuesta cercanía e incluso colaboración del hoy Papa con el régimen militar en Argentina. En concreto se criticó el supuesto papel que jugó el entonces obispo Jorge Mario Bergoglio en el encarcelamiento de dos opositores que pasaron meses en prisiones militares argentinas.
El debate acompañó al sumo pontífice durante las primeras semanas de su pontificado, y si bien hay quien aún sigue pensando que tal colaboración existió, personajes como el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel dieron por insustancial tal denuncia. “Hay obispos que fueron cómplices de la dictadura, pero Bergoglio no”, afirmó Pérez Esquivel en marzo pasado, en un comunicado en el que acotó que al hoy Papa “quizás le faltó coraje para acompañar la lucha por los derechos humanos en los momentos más difíciles.”
Con el tiempo, la polémica fue bajando de tono y prácticamente desapareció luego de la visita que realizó la presidenta argentina, Cristina Fernández viuda de Kirchner, al Vaticano.
¿Continuidad o ruptura?
Desde la perspectiva alemana, lo que más llama la atención es ciertamente el cambio de estilo del papa argentino respecto de su antecesor, Benedicto XVI. La renuncia a habitar el tradicional y opulento apartamento pontificio para vivir en la Casa Santa Marta, o el hecho de poner constantemente a los pobres en el centro de sus mensajes, son aún centrales en la percepción que se tiene desde Europa acerca del pontificado de Francisco.
A Benedicto XVI y a su sucesor “los diferencia ciertamente el estilo personal, pero también la manera como abordan la teología. El papa Francisco no proviene de la teología académica”, considera Mawick.
Gestos como dejar que un joven minusválido aborde el “papamóvil” son símbolos de un especial acercamiento a la gente. También es cierto que con el primer papa latinoamericano la Iglesia católica se aleja de su eurocentrismo y adquiere una visión global, según afirma a DW el portavoz de la Conferencia Episcopal Alemana, Matthias Kopp.
Pero lo relevante a ojos de la Iglesia católica alemana es que no hay ruptura alguna con el pontificado de Benedicto XVI. “Para la Conferencia Episcopal Alemana, el papa Francisco representa total continuidad”, dice Kopp.
Temas como la intensificación del diálogo interreligioso “son una prolongación de lo que comenzó Benedicto XVI con su histórico viaje a Israel y el acercamiento al Islam”, afirma el experto.
En cuanto a los abusos sexuales por parte de sacerdotes católicos, “el papa Francisco ha confirmado la línea de su antecesor en cuanto a que los casos deben investigarse y, en su caso, ser llevados a la Justicia.”, señala Kopp.
A su vez, Reinhard Mawik resalta un hecho de especial relevancia para la Iglesa protestante en Alemania. “Tuvimos la gran fortuna de que, a pocos días de haber comenzado su pontificado, el papa Francisco recibió al presidente de nuestro Consejo, Nikolas Schneider. La cita fue acordada con el papa Benedicto XVI antes de la renuncia de éste, y sin embargo, el papa Francisco decidió mantenerla. Fue la primera audiencia del papa Francisco a un alemán.”
El camino del diálogo
Más allá de estos cien días, ¿qué traerá consigo el pontificado del papa Francisco? “En la Conferencia Episcopal de Alemania no somos profetas, pero estamos agradecidos por estos primeros cien días del pontificado del papa Francisco, y también por su antecesor. El programa del nuevo papa nos llama a caminar en la hermandad y veremos cómo se desarrolla”, dice Kopp.
Desde la perspectiva de la Iglesia protestante en Alemania, “confiamos en que con el papa Francisco continuaremos encontrando vías de entendimiento. Él busca un diálogo, y si es igualitario, cuánto mejor”, concluye Reinhard Mawick, vocero de esa comunidad religiosa.
Autor: Enrique López
Editora: Claudia Herrera Pahl