Papa en Turquía: salvando obstáculos

Una cuestión urgente

Frankfurter Allgemeine Zeitung, Fráncfort del Meno: "La declaración conjunta de los guías espirituales de más de mil millones de católicos y unos 300 millones de cristianos ortodoxos no permite llegar a otra conclusión de que ambas partes están firmemente decididas a salvar todos los obstáculos en la senda hacia la reconstitución de la comunidad de Iglesias de Oriente y Occidente. Juntos, Benedicto y Bartolomeo a concederle espacio espiritual a lo teológicamente posible. A ello los obliga no sólo la situación de la cristiandad, sino también el estado del mundo. Si fuera por el Papa y el Patriarca Ecuménico, la reunificación la Iglesia no sería una cuestión de siglos, ni siquiera de décadas."

Los puntos de fricción siguen

Kurier, de Viena: "El Papa salva con valentía, incluso a menudo con facilidad, todos los peligros. Practica la alta escuela de la diplomacia, no menos, pero tampoco mucho más. Benedicto XVI, que hoy finaliza el espinoso viaje a Turquía, hizo puntos con pequeños gestos (tuvo por ejemplo la bandera turca en la mano), grandes palabras y un golpe sorpresa. ¿Queda olvidado entonces el discurso de septiembre, en el Papa citó críticas al islam? De ninguna manera. Es posible que la atmósfera de las relaciones con Turquía haya mejorado algo. Pero en esencia todo sigue como estaba; con el islam hay puntos de fricción y el jefe de la Iglesia Católica no está dispuesto a barrerlos debajo de la alfombra".

Una teología del diálogo

La Stampa, de Turín: "Casi nadie contó con un gesto tan innovador y fulminante como el que hizo Benedicto XVI ayer, cuando de pronto, ante un nicho que señala hacia La Meca, rezó en silencio. (...) Fue un gran hecho, una inesperada apertura, un gesto que se ha transformado en el verdadero icono de ese singular viaje del Papa a un país islámico.

Con ese gesto, el Papa parece haber superado el cliché generalizado de los encuentros ecuménicos, en los que los representantes de diversas religiones rezan conjuntamente a Dios. El rezo del Papa fue un paso hacia el reconocimiento de la existencia de un solo Dios de las tres religiones monoteístas. (...) En su viaje a Turquía, el Papa abogó por una consecuente teología del diálogo entre los monoteísmos aceptable para ambas partes."

Las cuestiones más controvertidas

Neue Zürcher Zeitung, de Zúrich: "La visita del Papa a Turquía arrojó luz sobre su relación con el islam, más de lo que el viajera había pensado. En realidad, Benedicto realizó el viaje para cumplir con la promesa de hacer todo lo posible para dar impulsos, en diálogo con el Patriarca Ecuménico Bartolomeo I, a la unificación de las iglesias de Roma y Constantinopla. (...) Ello abre la perspectiva de que ahora sean acometidas las cuestiones más controvertidas en el proceso de entendimiento ortodoxo-católico, entre ellas la jurisdicción absoluta y la infalibilidad del Papa."