Panorámica de Berlín

Berlín siempre perteneció a los centros culturales del mundo: en el siglo XVIII, como capital de Prusia, la Ilustración se escribió aquí con letras mayúsculas. En los "dorados veinte" celebraba la metrópolis fiestas por todo lo alto. Hoy pertenece de nuevo a las ciudades de moda de Europa.

La ciudad respira historia

Muchos aspectos de la historia de Alemania se pueden repasar en Berlín: tras el dominio nazi y la Segunda Guerra Mundial, la metrópolis fue dividida entre las cuatro potencias vencedoras –Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y la Unión Soviética-. En 1961 llegó la partición definitiva: el Muro fue construido a través de Berlín. Pasan muchos años hasta que la revolución pacífica pone fin al régimen de la RDA. El 9 de noviembre de 1989 se abrió la frontera, un año más tarde Alemania se reunificó.

Berlín en el cambio

Mientras tanto, Berlín se ha convertido en capital y sede del gobierno y del Parlamento alemanes –aún cuando los Ministerios igualmente tienen sus dependencias en la anterior capital, Bonn, y una gran parte de los funcionarios todavía trabaja allí-. El barrio del Gobierno, con el Reichstag, donde se reúne el Parlamento, la Puerta de Brandemburgo, y muchas plazas céntricas, como la Gendarmenmarkt, son objetivos populares de los turistas. Al mismo tiempo, en Potsdamer Platz –durante la Guerra Fría "Todesstreifen", "franja de la muerte"- se ha erigido un imponente y ultramoderno "Skyline". También Alexanderplatz, una vez centro de la ciudad en Berlín Oriental, ha cambiado su cara en los últimos años. Y también en cada uno de los barrios, sobre todo en el este de la ciudad, se encuentran muchas huellas de la historia alemana. El trazado del Muro de Berlín, sin embargo, apenas sí se puede reconocer, tanto es lo que ha cambiado la ciudad en los últimos años.

Programa cultural doble

Pero la ciudad es más que solamente un lugar histórico: también el programa cultural merece la pena. Los majestuosos edificiosde la Isla de los Museos reviven la vieja Prusia. Grandes arquitectos como Schinkel y Langhans se han inmortalizado aquí. El Bode-Museum, por ejemplo, pertenece a los puntos fuertes de la Isla de los Museos. Tres grandes óperas, innumerables teatros, escenarios de teatro menor y museos distraen a los urbanitas. Además, las estrellas y "estrellitas" del mundo del cine hacen feliz a la ciudad cada año en febrero durante el Festival de Cine de Berlín, la "Berlinale".

Pobre pero sexy

El ramo de la creación se ha asentado en Berlín. Muchas oficinas de medios, música y artistas están repartidas por toda la ciudad. El problema es la falta de dinero: "Pobre, pero sexy", llamó una vez el alcalde Klaus Wowereit a su ciudad. No solamente el paro, con alrededor del 14 por ciento, es relativamente alto. También el endeudamiento de la ciudad es enorme. Pero eso no impide que los berlineses celebren: Berlín se ha convertido mientras tanto en un lugar de moda para las fiestas con muchos locales chic.