Pánico silencioso en los bancos griegos
20 de febrero de 2015Según el Banco de Grecia, la cifra del ahorro privado en los bancos del país se situaba en noviembre todavía en torno a los 164.000 millones euros, informaba el Handesblatt. Por parte de fuentes no oficiales de círculos bancarios, solo quedarían 143.000 millones: 21.000 millones menos y una cifra récord a la baja.
La huída de capital no para y ante la inestabilidad sobre la permanencia de Grecia en la zona euro, el ciudadano vacía sus cuentas. Más de 1.000 millones en los últimos días, unas cifras escandalosas a las puertas de un fin de semana largo festivo.
Fuga de capitales y dinero para comprar
Aparentemente, en Grecia todavía se acuerdan del caso de Chipre en 2013, cuando en una situación similar se implantaron controles a la libre disposición de capital antes de un puente festivo. Unas limitaciones que frenan la libre circulación de capitales y podrían realizarse en forma de impuestos, controlando el volumen de transferencias o exigiendo permisos para transferir capital al extranjero. “Grecia podría evitar con esos controles que se transfiera dinero al extranjero”, dice Martin Faust, experto en Finanzas de la Escuela de Administración y Finanzas de Fráncfort a DW. El problema es que no hay diferencia entre este “dinero fugado” y el que se usa a diario para pagar bienes y servicios.
Cuando un importador recibe un producto de Alemania, para pagarlo tendrá que transferir dinero a su distribuidor alemán. “Sería difícil implantar controles al tráfico de capital, puesto que habría que diferenciar entre dinero que sale al extranjero para salvar los propios ahorros y el que sale para pagar cuentas”, cuestiona Faust. Además, este tipo de controles afectarían enormemente al comercio y supondrían un gran problema para las empresas griegas. Tanto para exportadores como para importadores.
Miedo en otros países
Además, esos controles podrían provocar miedos en otros países en crisis que, temiendo un destino similar, podrían comenzar a sacar capital: “Por ahora están tranquilos”, cree Faust, “pero un ejemplo como el de Grecia aceleraría probablemente la huida de capitales a otros países”.
El experto en finanzas ve similitudes entre la situación actual de Grecia y la de Chipre en 2013 antes de ser rescatado de la bancarrota. El problema es que en la Eurozona hay 19 países que votan. “Al demorarse tanto en decidirse, todas las negociaciones paralelas y fugas de capital se hacen antes de llegar los controles”, asegura Faust.
Antes de que llegasen a Chipre, los oligarcas rusos ya habían retirado su capital. Entonces fueron los propios chipriotas los perjudicados, pensando que sus ahorros estaban seguros. Pero los grandes capitales ya se habían ido antes de que llegasen los controles. “Grecia sería un caso similar”, dice Faust: “Mientras se sigue discutiendo, ya se ha hecho todo“.