OTAN-Rusia: simulacro de diálogo
20 de abril de 2016A comienzos de este mes, dos bombarderos rusos sobrevolaron durante dos días el destructor estadounidense “Donald Cook”, en el Mar Báltico, aproximándose al buque hasta a unos 10 metros. Un día después, un caza ruso intentó obstaculizar el vuelo de un avión de reconocimiento norteamericano, también sobre el Báltico.
Washington protestó y calificó las maniobras de “peligrosas”. Ambos incidentes ocurrieron una semana antes de la reunión del Consejo OTAN-Rusia del miércoles (20.04.2016) en Bruselas.
El Consejo OTAN-Rusia existe desde 2002. Fue creado en Roma y está basado en el Acta Fundacional OTAN-Rusia de mediados de los años 1990. “Se quiso crear un organismo de gestión de crisis”, recuerda Wolfgang Ischinger, director de la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Anexión de Crimea desató la crisis
Luego de la anexión de la península de Crimea (Ucrania) por parte de Rusia, la OTAN decidió, a comienzos de 2014, congelar toda cooperación práctica con Moscú. El Consejo OTAN-Rusia sesionó desde entonces solo una vez, en junio de ese mismo año. Anteriormente, la OTAN había cortado la comunicación ya luego de la crisis de Georgia. La pausa fue en ese caso considerablemente menor, unos ocho meses.
Para la OTAN, uno de los primeros puntos de la actual agenda continúa siendo la crisis de Ucrania. Además quiere hablar sobre “actividades militares con especial foco en la transparencia y la reducción del riesgo”, dijo Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, a comienzos de abril, excluyendo simultáneamente un retorno a la normalidad, en tanto “Rusia no respete el derecho internacional”.
Moscú quiere tematizar en Bruselas su preocupación por lo que llama la “política de acorralamiento” de la OTAN, como manifestó una vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores en Moscú. Rusia también desea hablar sobre la situación en Afganistán.
“Todo más bien simbólico”
Hay otros temas, que ambas partes quieren tematizar urgentemente, dicen observadores. Moscú, por ejemplo, critica los planes estadounidenses de estacionar en 2017 una brigada de tanques en Europa Oriental como protección contra Rusia. También la planeada integración de Montenegro en la OTAN ha desatado críticas en Moscú.
Hace un año, la OTAN y Rusia estuvieron por primera vez desde hace décadas a un paso de un enfrentamiento directo, cuando Turquía, miembro de la OTAN, derribó un caza ruso en la frontera turco-siria.
A pesar de esos desafíos, muchos expertos dudan de que en Bruselas se produzca un verdadero acercamiento. Stephen Blank, del think tank estadounidense Foreign Policy Council, dijo a DW: "Será más bien un intercambio diplomático de ideas. Más no debería esperarse”. Dmitri Trenin, director del Centro Carnegie de Moscú, agregó por su parte: “Todo es más bien simbólico”.