Orquestas: amarga celebración
29 de enero de 2012De nuevo, la voz de alarma. Hace unos días, Gerald Mertens, director gerente de la Unión de Orquestas Alemanas, advirtió del progresivo descenso de formaciones sinfónicas en el país. En los últimos veinte años, el afán por optimizar recursos ha cambiado el paisaje orquestal germano, que ha visto como orquestas de la antigua Alemania Oriental se fundían con las de la Occidental, o sencillamente desaparecían.
Se trata de un proceso apenas perceptible por el gran público, pero que va dejando su huella. Por ejemplo, en forma de plazas vacantes. En los últimos tiempos, no se están cubriendo puestos de plantilla y, en su lugar, se realizan contratos temporales. El fantasma del desmantelamiento se cierne sobre ellas.
Tradición de siglos
Uno de los signos de identidad de Alemania es su denso paisaje orquestal, que va de la mano de un gigantesco repertorio de música sinfónica propiciado en tierras germanas. Un panorama así no se genera de la noche a la mañana, sino que es fruto de una tradición que se remonta siglos atrás, cuando las primeras capillas de las cortes eclesiásticas y de nobles comenzaron a poblar Europa.
Los germanos han sabido cultivar con esmero sus orquestas a través de los siglos y, fruto de ello, es la rica oferta actual, que no se limita solo a las grandes ciudades. A las capillas cortesanas les fueron sucediendo las orquestas para el entretenimiento burgués de provincias en los siglos XIX y XX. Además, la Alemania Oriental tuvo como objetivo en los años 60 llevar las orquestas al campo bajo el lema “Kultur auf's Land!” .
Actualmente, el denso tejido orquestal alemán, conocido con el término –hoy en desuso- de Kulturorchester, está conformado por 133 orquestas profesionales (sinfónicas y de cámara), financiadas con fondos públicos, ya sean estatales o municipales, así como con dinero procedente de las radiotelevisiones. Si desglosamos este número, contamos con 84 en teatros, 30 en auditorios, 12 orquestas de la radio y 7 de cámara. Además, hay conjuntos formados por músicos freelance, que suelen financiarse también con fondos públicos. Tal es el caso del Ensemble Modern.
Merecida celebración
La Badische Staatskapelle de Karlsruhe celebró a principios de 2012 sus 350 años de vida. Su trayectoria ha dejado huella en la Historia de la Música. Compositores como Liszt, Wagner, Brahms y Strauss confiaron diversos estrenos e interpretaciones a esta formación alemana. Por ejemplo, estrenó la Primera Sinfonía de Brahms en 1876.
En su podio, dirigieron las sólidas batutas de Felix Mottl, Josef Krips y Günther Neuhold. Actualmente, su titular es el británico Justin Brown. Hoy día, tal y como puede observarse en su página web, la Badische Staatskapelle desarrolla una notable actividad, al igual que otras instituciones modernas de su categoría.
Naturalmente, hay formaciones más antiguas que la de Karlsruhe en Alemania. Según datos del Deutsches Musikinformationzentrum (Centro Alemán de Información Musical), la orquesta más vetusta del país es la del Teatro de Kassel, fundada en 1502, en la que fue segundo maestro de capilla y director de coro el mismísimo Gustav Mahler.
A lo largo del XVI, se fundaron la Staatskapelle de Dresde, la de Weimar y la de Mecklenburg. Más adelante, no podemos olvidar la de Mannheim, que alcanzó fama internacional en el siglo XVIII. Y después, las grandes orquestas que se fueron formando hasta finales de la pasada centuria. ¿Se trata de un paisaje en vías de extinción?
Autora: María Santacecilia
Editor: Claudia Herrera Pahl