Por primera vez en un cuarto de siglo, dentro de poco un senador demócrata volverá a representar a Alabama en el Congreso. En este estado conservador, sin embargo, esto solo es posible por las condiciones especiales que se han dado.
En primer lugar, se deduce de varias encuestas que la participación electoral de la comunidad afroamericana fue excepcionalmente alta. Y el 96% de ellos votó por el candidato demócrata, Dough Jones. El apoyo de la población negra de Alabama a Jones es muy similar al que recibió Barack Obama a nivel nacional en las elecciones presidenciales de 2008. Y, sobre todo, mucho mayor que el que recibió Hillary Clinton en las presidenciales del año pasado.
Movilización de los afroamericanos
El éxito de Jones se debe en parte a la enorme campaña de movilización de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP), así como del Partido Demócrata en relación con la comunidad negra. Tras haber intentado llevar a las minorías de Alabama a las urnas, parece que estas han podido jugar un papel importante.
En segundo lugar, esta vez los votantes blancos no han votado por el controvertido candidato republicano, Roy Moore, tanto como para sumar la impresionante mayoría a la que está acostumbrado este partido en Alabama. Si bien, de acuerdo con los sondeos, el 70% de ellos votó a Moore, son menos votos de los que recolectó Donald Trump en este estado el año pasado.
En tercer lugar, Dough Jones no solo era un candidato digno de crédito, sino que además llevó a cabo una muy buena campaña electoral en un entorno hostil para los demócratas.
Pero más importante aún para el resultado es la negativa reputación de Roy Moore: además de haber sido acusado de abusar sexualmente de menores, es un extremista político y religioso. Con este trasfondo, le costó atraer suficientes votos como para imponerse al amplio apoyo que dio la comunidad negra a Jones.
Cualquier otro republicano hubiera ganado
Que Trump y los republicanos apoyaran a un candidato como Moore muestra el mal estado del partido en términos morales. Por suerte, este tiro ha sido fallido. En lugar de Moore, el demócrata Jones representará a Alabama en Washington. El mismo Jones que en su época de fiscal llevó un proceso penal contra antiguos miembros del Ku-Klux-Klan, los cuales estaban acusados de haber llevado a cabo un atentado contra una iglesia baptista en 1963. En él perdieron la vida cuatro niñas negras.
La victoria de Jones es vista como un gran éxito. Y, sin embargo, no debería ser sobrevalorada pues, a pesar de estas condiciones a su favor, su ventaja fue inferior a dos puntos porcentuales. Si los republicanos hubieran presentado a cualquier otro candidato, parece claro que la victoria hubiera sido suya.
Esto no significa que los demócratas no tienen ninguna posibilidad en otros estados o comarcas de tendencia conservadora. De hecho, a nivel nacional se enfrentan a un presidente republicano que despierta poca simpatía más allá de su núcleo duro de seguidores. Para lograr victorias como la de Alabama, sin embargo, siguen necesitando tener el viento a su favor.
Autor: Michael Knigge (EAL/FEW)
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