Opinión: La Iglesia Católica tiene que cambiar
25 de septiembre de 2018Es algo así como una "hora cero”. La Iglesia Católica se ha visto nuevamente sacudida en Alemania por el alcance de la violencia sexual en sus filas. Los científicos que por encargo de la propia institución, pero de forma independiente, han investigado durante cuatro años el tema del abuso cometido por hombres de la Iglesia le han dado una indicación clara: las cosas no pueden continuar como están.
Las principales cifras se filtraron a los medios de comunicación hace dos semanas: entre 1946 y 2014, se han identificado 3.677 niños y adolescentes víctimas de abusos y 1.670 clérigos acusados. Ahora, se ha conocido que la situación es aún peor. Estas cifras son solo un fragmento, una "estimación a la baja". Se trata, explica uno de los autores, "de la punta de un Iceberg, del que no conocemos su verdadera dimensión".
Punto de inflexión
Las cifras comprometen a la Iglesia y al Estado. Ambos deben, primero, tener en cuenta a las víctimas. Algunas medidas se han tomado ya desde 2010, algo que este estudio histórico puede opacar sin quererlo. Pero la investigación deja muy claro que no todas las diócesis están comprometidas por igual. Por lo que es correcto y necesario que los ministros federales competentes amonesten a la iglesia. Y será bueno que estas advertencias no se limiten a la Iglesia Católica.
Sí, tras cada cifra se esconden destinos individuales. Pero las cifras no son el centro de este estudio. También para el "Titanic" tuvo poca importancia la dimensión visible del Iceberg. Se trata de mucho más.
El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, el cardenal Reinhard Marx, habla de un "punto de inflexión". Existen estructuras de poder y un clericalismo que han favorecido la violencia y el abuso. El estudio es aún más claro. Menciona las estructuras que pueden promover el abuso y argumenta detalladamente las razones: el poder clerical, el celibato, el manejo de la sexualidad y, especialmente, de la homosexualidad. Un sistema que ignora la sexualidad, oculta aún más la homosexualidad. Y abruma a sus miembros. El estudio no dice que el celibato es el culpable. Los problemas más acuciantes son la pretensión y el abuso de poder clericales. Pero, ¿es el celibato parte del problema?
Se trata de la esencia de la Iglesia
En todo esto está en juego la naturaleza de la iglesia, su existencia misma. Y este no es solo un tema de la Iglesia Católica en Alemania. Tampoco el abuso lo es. Los representantes de las víctimas dicen que, donde quiera que haya iglesia en el mundo, hay también violencia sexual por parte de los clérigos. Y atención: esto no lo están diciendo personas que han dado rienda suelta, sin motivos, a su odio hacia la iglesia. Iglesia y abuso: este es actualmente un tema en muchos países en diferentes continentes.
Y se agregarán otros países, donde todavía no se ha destapado la olla. Hasta ahora, solo los obispos alemanes creen que deben ser expuestos despiadadamente por los científicos al problema. Al hacerlo, rinden un servicio a la Iglesia universal.
"Muchas personas ya no nos creen", dice Marx. Su voz tomada refleja el sentido de la frase, tan triste para un religioso. Así, la iglesia puede cerrar. La cuestión profundamente personal de la fe cristiana fracasa debido a la cuestión de la credibilidad de la institución.
La Iglesia Católica tiene que cambiar. Se lo debe a las víctimas. Pero no solo eso. Sería una irresponsabilidad que no cambiara profundamente. Esta es algo así como una hora cero.
Autor: Christoph Strack (rml/ers)