Opinión: ¿El terror como normalidad?
23 de mayo de 2017Ahora Manchester. Terror en medio de una metrópoli europea. Nuevamente, un ataque contra seres humanos que solo querían divertirse. Otra vez, un ataque suicida. Y de nuevo, el Estado Islámico, que reclama la autoría del crimen, aún antes de que la policía pueda identificar al atacante.
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Particularmente pérfida fue esta vez la elección del lugar del ataque: un concierto de una estrella pop de los adolescentes. Entre las víctimas, muchos niños y jóvenes. No hay terror que pueda entenderse ni justificarse. Pero, ¿cuán enfermo está quien busca explícitamente esas víctimas?
También la reacción de los medios de comunicación fue la previsible. Músicos y políticos se manifestaron consternados. Políticos transmitieron sus condolencias a las familias y amigos de las víctimas. Y todos los países civilizados manifestaron su solidaridad con Gran Bretaña.
Reacciones previsibles
Europa es desde hace tiempo regularmente blanco de ataques extremistas islámicos. Y ha desarrollado una rutina de manejo de las consecuencias del terror. Se trata de rituales, que ocultan que no existe una respuesta eficaz y rápida contra el terrorismo ni, por su naturaleza, la puede haber.
Mañana, la vida cotidiana en Europa continuará, como si nada hubiera pasado. La gente seguirá acudiendo a conciertos, grandes centros de compras y estadios. Quizás con un sentimiento desagradable, pero irá.
Porque hace tiempo que ha aceptado el peligro terrorista como parte de la normalidad. La extrema derecha lo interpretará como un signo de debilidad y seguirá exigiendo torpemente la expulsión de todos los musulmanes de Europa. Y los demás, lo interpretarán como un signo de fortaleza y firmeza, porque "no hay que dejarse intimidar por los terroristas”.
Hay otras posibilidades
No obstante, los políticos sí cuentan con otras posibilidades. Por ejemplo, duros controles y, eventualmente, el cierre de todos los lugares de culto en que terroristas se han radicalizado y que existen en toda Europa.
O, como lo hizo pragmáticamente Donald Trump el domingo en Riad: unos 50 jefes de Estado, en primer lugar, el rey de Arabia Saudita, firmaron un acuerdo por el que se comprometen a impedir toda financiación directa o indirecta del Estado Islámico desde sus países.
Puede ser que eso no ayude mucho contra el terror en las ciudades europeas. Eso lo demostrará el futuro. Pero, en todo caso, tiene más sentido que no hacer nada o seguir arrojando bombas sobre ciudades del Oriente Próximo, en las que, naturalmente, mueren también civiles.
Autor: Felix Steiner (PK/DZC)