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Opinión: Trump hace lo que quiere

Michael Knigge 1 de septiembre de 2016

El muy esperado discurso de Donald Trump sobre su política de inmigración presentó pocas novedades. Sin embargo, sus palabras emitieron un mensaje importante sobre el candidato y su campaña, dice Michael Knigge.

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USA Donald Trump hält eine Rede in Phoenix
Imagen: Reuters/C. Allegri

Donald Trump dice muchas cosas que él no piensa en serio o que no considera importantes, sólo para demostrar que puede expresarlas. Pero hay algunas cosas que el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos no sólo dice, sino que realmente piensa y defiende fervientemente. Una de esas “máximas de Trump" es la de que él, Trump, decide como hacer campaña electoral, con todas sus ventajas y desventajas.

Así lo reiteró Trump recientemente cuando le contó al New York Times que aunque intenta en la campaña hablar sobre tema acordado y ceñirse al manuscrito del discurso "en última instancia, quiero hacerlo a mi manera". Así lo hizo Trump en el tan anunciado discurso sobre la inmigración, este 31 de agosto en Arizona.

Trump no da brazo torcer en la inmigración

Trump, que a menos de tres meses de las elecciones está en las encuestas detrás de su contendiente demócrata Hillary Clinton, podría haber utilizado este discurso para un reajuste de su política de inmigración. Cuando habló recientemente de una postura más suave sobre el tema, muchos creyeron que Trump reconsideraría su línea dura. Así podría apelar a los electores más moderados y un número importante de la comunidad hispanoamericana.

Pero si Trump declarara sinceramente que ha cambiado de opinión sobre la inmigración, sus más furibundos seguidores se retirarían y con su voltereta política haría el ridículo ante Clinton y los medios de comunicación. Aún así, esta hubiera sido la mejor opción al discurso que dio Trump en Arizona.

Michael Knigge
Michael Knigge, de DW.Imagen: DW/P. Henriksen

Pero Trump aborrece ese tipo de pensamiento político convencional de centro. Por ello se decidió a hablar sobre migración al “estilo Trump”. Eso significa que Trump no cambió su ya dura postura, sino más bien la radicalizó. Esto también puede explicar la ausencia del senador John McCain durante el discurso de Trump, en su estado natal de Arizona: el excandidato presidencial republicano decidió simplemente quedarse en casa.

McCain no escuchó entonces de viva voz que Trump reiteró sus planes de construir un muro en la frontera con México, así como su plan de deportar a inmigrantes ilegales. Sin embargo, Trump dejó en duda si realmente quiere expulsar a todos los 11 millones de inmigrantes y cómo lo haría.

Importante enseñanza

Trump también hizo hincapié en que iba a mantener en custodia a todos los inmigrantes ilegales detenidos por cometer algún delito. También quiere revocar el decreto del presidente Barack Obama para proteger a jóvenes inmigrantes ilegales antes de ser deportados.

Su discurso también contenía las mentiras habituales, como la de que los inmigrantes ilegales eran mejor tratados que los veteranos militares de Estados Unidos. Tampoco su cruel humor podía faltar, bromeando que su patrulla de expulsión de ilegales también podría deportar, por la derecha, a Hillary Clinton.