Operaciones secretas de la CIA: la ilegalidad no paga
15 de septiembre de 2006Stuttgarter Zeitung, de Stuttgart: "Dos aspectos del negativo escándalo de la CIA merecen, desde ya, quedar consignados. Primero: estados de derecho que, por la razón que fuere -ya sea de defensa propia o por cálculo político- transgreden derechos básicos consagrados, se perjudican a sí mismos. El presidente Bush preferiría cerrar cuanto antes Guantánamo. También las cárceles secretas con cuestionables métodos de interrogatorio, en Europa y otros sitios, han sido desalojadas. Estados Unidos comienza a comprender que la democracia no puede ser minada si se espera que finalmente triunfe. El segundo punto nos atañe a nosotros y a los otros europeos que desviaron la mirada o colaboraron en los vuelos con prisioneros a través del continente. El coqueteo con la ilegalidad no ha valido la pena, el silencio no reportó dividendos. Al final todo sale a la luz."
Estado de derecho derogado
Badische Zeitung, de Friburgo: "Nadie debe pensar que no le atañen las terribles experiencias del alemán-tunecino al Masri, del alemán-sirio Zamar o del turco Kurnaz, que creció en Alemania. Desde hace ya tiempo, los abogados criminalistas advierten que el estado de derecho ha quedado sin vigor a nivel interestatal. Se bloquean cuentas por meras sospechas, personas son secuestradas, torturadas y mantenidas prisioneras sin acceso a abogados defensores. Para eso basta una confusión de nombres, como en el caso de al-Masri, bastan titulares difamatorios, como en el caso de Abou Elkassim Britel. Basta con que un celular sea robado por alguien que se encuentra en la mira de los investigadores."
Principios democráticos sacrificados
El País, de Madrid: "El reconocimiento de que 'sí se podría haber utilizado' el territorio español, 'no para la comisión de delitos en él, sino como escala para la comisión de delitos en el territorio de otros países' por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ante el Parlamento Europeo significa un paso más en el conocimiento de los siniestros vuelos secretos en los que la CIA trasladó a sospechosos de terrorismo a cárceles también secretas. La existencia de estos centros de detención es actualmente toda una certeza, desde que George Bush la reconoció abierta y ufanamente la pasada semana. Aunque negó que se les torturara y habló de métodos de interrogatorios 'algo rudos', el presidente estadounidense aseguró que estas cárceles de localización desconocida y todavía en funcionamiento han servido para salvar vidas inocentes y evitado nuevos ataques. (...) El Parlamento Europeo debe investigar a fondo sobre esos centros de internamiento. Si alguno está o estaba en territorio de la UE, el país en cuestión debe ser sancionado. (...) Por acción u omisión, además, ha habido una extendida complicidad con Washington en lo ocurrido. Como observó ayer Moratinos, la 'mayor victoria de los terroristas consiste en provocar que sean sacrificados los principios democráticos'. Y eso es lo que ha pasado."