Once candidatos para Francia
Visionarios de izquierda, economistas liberales y nacionalistas reaccionarios, todos compiten por la presidencia francesa. DW presenta a los candidatos y sus posiciones .
El joven exitoso
A Emmanuel Macron se le atribuyen las mejores perspectivas de ganar las elecciones en Francia. Como candidato del movimiento EnMarche! (¡En Marcha!), se ha comprometido a reformar el mercado de trabajo, el seguro de desempleo y el sistema de pensiones. El exbanquero se presenta como liberal y proeuropeo, algo que le convirtió en el candidato favorito del Gobierno alemán.
Populismo de derecha
"Francia primero" reza el lema de Marine Le Pen, quien pretende restituir la soberanía nacional del país. En entrevistas de televisión repite constantemente sus temas estándar: cerrar las fronteras, abandonar el euro y limitar el comercio libre. La presidenta del Frente Nacional ha conseguido suavizar la imagen radical de su partido En los sondeos alcanza un 20 por ciento.
El candidato escándalo
Francois Fillon logró pasar de ser el candidato mejor posicionado para llegar a la segunda vuelta presidencial a ser el candidato más involucrado en escándalos. El presunto empleo ficticio de su mujer e hijos y gastos de varios miles de euros para trajes a la medida lo dejaron en los sondeos por detrás de Macron y Le Pen.
El revolucionario carismático
El candidato de izquierda, Jean-Luc Mélenchon, ha sorprendido en esta campaña con elocuencia y carisma. El líder de Francia Insumisa sueña con un mundo sin guerras, explotación ni tráfico de armas. A cambio quiere invertir 100 mil millones en la economía y que cada francés trabaje solo 35 horas la semana.
El candidato sin perspectivas
Benoit Hammon quiere distanciarse del resto del Partido Socialista y de su amigo François Hollande proponiendo un salario mínimo de al menos 600 euros para los mayores de 25 años y un impuesto para robots. Hamon ha conseguido apoyos como el de Los Verdes, cuyo candidato, Yannick Jadot, retiró su candidatura. Sin embargo, sus perspectivas de llegar a la segunda vuelta son mínimas.
La luchadora por los trabajadores
Nathalie Arthaud se propone dar voz a la clase obrera en Francia. Para ello quiere un salario mínimo, la jubilación con 60 años y la expropiación de los empresarios y banqueros. Su programa es radicalmente socialista. Mucho éxito no tendrá. En la elección presidencial del 2012 recibió solo el 0,5 por ciento de los votos.
El gaullista
Nicolas Dupont-Aignan ataca a los otros candidatos más prometedores desde la derecha. En la tradición del presidente Charles de Gaulle, aboga por una Francia soberana. Esto se traduce en menos integración europea y más independencia en política exterior y económica.
El candidato rural
En los debates televisados, Jean Lassalle no deja ninguna duda sobre su origen. Con un fuerte acento del sur de Francia, defiende los intereses de la población rural. Consecuentemente, reclama más dinero para la agricultura. Por el resto se presenta moderado y poco ideológico.
El candidato permanente
Por tercera vez se presenta Jacques Cheminade a la carrera por la presidencia. El líder del partido Solidaridad y Progreso aboga por la salida de Francia de la UE, del euro y de la OTAN, además de colonizar la Luna. En 2012 logró 0,25 por ciento de los votos.
El anticapitalista
Philippe Poutou también reclama ser la voz de la clase obrera. El programa de su Nuevo Partido Anticapitalista difiere poco del programa de Nathalie Arthaud. Aboga por bajar la edad de jubilación a 60 años y por menos horas de trabajo a la semana. Es la segunda vez que se presenta al las elecciones presidenciales. En 2012 logró el 1,15 por ciento de los votos.
El nacionalista
Francois Asselineau no quiere ser calificado ni de izquierda ni de derecha. Pero el líder de la Union Popular Republicana se posiciona con una fuerte dosis de nacionalismo muy cerca de Marine Le Pen: fuera de la UE, fuera del euro, fuera de la OTAN.