Oliver Kahn acepta ser suplente
10 de abril de 2006"No ha sido fácil, he tenido que reflexionar y procurar no actuar movido por la emoción, sino por convicción... Y he llegado a la conclusión de que lo más importante es el bien de la selección", dijo Kahn, tres días después de la decisión a favor de Lehmann.
El seleccionador, Jürgen Klinsmann decidió el pasado viernes la cuestión de la titularidad en el seleccionado alemán entre Kahn y Lehmann, ambos de 36 años, decidiéndose por el portero del Arsenal.
Su decisión fue precedida de dos años de tira y afloja y levantó en Alemania un revuelo de enormes dimensiones, a 63 días de la inauguración del mundial en el estadio olímpico de Múnich, con el partido de entre Alemania y Costa Rica.
Las tres "k"
"Klinsi killt Kahn" ("Klinsmann liquida a Kahn") fue el titular que se le ocurrió al diario sensacionalista "Bild", aprovechando que las tres palabras empiezan con "k".
"Naturalmente es duro no lograr un objetivo por el que se ha luchado duro durante dos años", añadió Kahn, respecto a su deseo de ser el titular de una selección que aspira a ser campeona mundial.
Finalmente prevaleció la convicción de que "hay que sacar la mejor conclusión posible de lo ocurrido" y de que es el momento de mostrar "grandeza" y no dejarse llevar por "cuestiones personales", agregó, sin pecar de modestia.
Tenía ante sí el reto de aceptar dignamente el puesto de segundo, lo que, grandezas aparte, sólo le puede reportar ventajas: es la única opción que le queda para ser campeón del mundo y además en casa y, además, estuvo a la altura de lo que se espera de un titán.
La grandeza de un titán
Si las cosas salen bien estará entre los nombres del honor, incluso si no ha jugado, y si sale mal no habrá sido culpa suya.
Kahn, apodado "King Kahn" o "Titán Kahn", habló de grandeza, después de que el viernes diera a conocer su 'decepción sin medida', mediante un comunicado, pero sin hacer hasta hoy declaraciones.
Ser el número dos no será fácil para una persona acostumbrada a la primera posición y que, además, contaba con el respaldo del poderoso "lobby" de su club y del "kaiser" y máximo responsable del comité organizador del Mundial, Franz Beckenbauer.
Parte de la polémica sobre Kahn fue motivada por las presiones ejercidas desde el Bayern sobre Klinsmann para que tomase la "decisión oportunamente".
Beckenbauer sin imaginación
Beckenbauer llegó a decir que no podía imaginarse a ningún otro guardameta que Kahn en la inauguración en el estadio muniqués.
Las presiones se volvieron en contra de Kahn y Klinsmann mostró una vez más su predisposición a actuar por su cuenta, por encima de las críticas que la jugada puede costarle en caso de pinchazo.
Kahn es un símbolo del fútbol alemán, no sólo porque hasta ahora se le consideró el mejor guardameta del mundo, sino porque además encandila a propios y extraños con frases célebres, como cuando respondió ante la cámara, al final de un partido, que lo que les faltó a los suyos para ganar fueron, simplemente, "huevos".
Cinco goles en dos partidos
Kahn aceptó el desafío cuando Klinsmann anunció, al asumir el cargo, que la lucha por la titularidad en la portería del equipo nacional quedaba abierta.
Desde el principio se "notó" una predilección del seleccionador por su rival, lo que encima coincidió ahora con el declive de Kahn.
Seis días antes de decidirse por Lehmann, a Kahn le hicieron dos goles en el partido de Bundesliga contra Colonia (2-2). Este sábado, el Bayern Múnich perdió 0-3 contra el Werder Bremen.