Ola de calor se extiende en Europa

"Alemania tiene fiebre", dijo un famoso meteorólogo alemán a la agencia dpa. Las temperaturas récord que rebasan en algunas regiones los 38 grados, amenazan con continuar al alza durante los próximos días. El verano del 2006 compite ya con los valores registrados hace tres años, cuando se produjeron temperaturas históricas acompañadas de incendios que estallaron en las regiones más desérticas de Europa, en España y Portugal. Todavía no se ven los incendios de aquel verano, pero las autoridades alemanas ya exhortaron a la población a no prender ni un cerillo en los bosques, que se encuentran sumamente resecos por el continuo calor. En Francia el calor ya mató a dos personas.

Los europeos no están acostumbrados a esto. Algunos meteorólogos hablan de un verano africano con temperaturas que superan los 35 grados. En algunas ciudades al oeste del país, como Colonia, Aquisgrán y Solingen, la humedad en el aire produjo estas noches una sensación pegajosa, lo que se tradujo en insomnio para quienes no encontraron un rincón fresco o las ráfagas de aire de un ventilador.

Usar la bicicleta

Pero lo que siempre preocupa a ambientalistas son los altos niveles de ozono. Eso es motivo para que en algunas ciudades se exhorte a la gente a dejar sus vehículos estacionados y utilizar el transporte público. Estas noches tropicales la concentración de ozono es persistente, alcanzando en algunas localidades niveles alarmantes. En la idílica localidad de Biringen, en el Sarre, se registró un valor de 214 microgramos de ozono por metro cúbic de aire. Según expertos, el agresivo gas puede irritar las vías respiratorias y causar daños irreversibles en los pulmones.

Médicos y personal sanitario exhortan a la población a no realizar esfuerzos físicos en estos días de calor y beber agua en abundancia. Mareos, debilitamiento general e insolación, son males de muchos. Los equipos de rescate tienen más trabajo que en temporadas de frío. "Lo más común son oscilaciones en la presión sanguínea y agotamiento físico", dijo un portavoz de la organización de Trabajadores Samaritanos (Arbeiter -Samariter-Bund).

¡Pato al agua!

El consumo de agua se ha disparado como es natural. Los que pueden se han volcado a las piscinas, a los lagos, ríos o cualquier fuente del vital líquido. Los vacacionistas no se quejan, pero si la gente mayor. La situación es particularmente grave en Francia, en donde las autoridades se preparan para la llegada de temperaturas récord. En el 2003 la ola de calor mató a más de 15.000 personas en Europa. Sobre todo las personas mayores se deshidratan rápidamente sin percatarse de ello.