Oficios artesanales: hechos a medida del consumidor
24 de julio de 2012Todos los sombrereros tienen algo en común: aparte de elaborar las copas del citado accesorio, pertenecen a ese gremio antiguo que ya en siglo XIV comenzaba su actividad. El oficio es responsable, además, de trazar las tendencias que han marcado la historia de la moda, sobre todo, en el segunda mitad del siglo XVIII. Una de las sombrereras más carismáticas del siglo pasado fue, sin duda, Coco Channel, famosa por sus diseños de ropa y de sombreros.
Sin embargo, mientras que la ropa y los accesorios artesanos satisfacían antaño las necesidades de los clientes a través del corte y confección a medida, hoy día, apenas podemos encontrar esos servicios en la ciudad. Hannelore Mertesacker es una artesana que desde hace cuarenta años diseña tocados con la misma pasión que cuando empezó.
De trayectoria ampliamente reconocida, esta diseñadora ha trabajado para la ópera y ha recibido premios por su trabajo. Hábil y creativa, el objetivo último de Mertesacker es el de cumplir con las expectativas de sus clientes. Esta diseñadora recibe, además, encargos de todo tipo. Así, últimamente están de moda los sombreros para las bodas, "al estilo de las bodas monegascas o inglesas", dice Mertesacker. Este tipo de eventos han reportado a la sombrerera una gran oportunidad de negocio.
Pocas empresas de artesanía en Alemania
Quien quiere cortarse el pelo, acude a un peluquero; quien quiere que le pinten las paredes, busca a un pintor. Pero quien necesita un nuevo sombrero, paradójicamente, no suele acudir a una sombrerería artesanal. "En Alemania existen alrededor de 250 empresas artesanales inscritas en el registro de oficios".
En las tiendas pequeñas de sombreros y tocados se acumulan las gorras y los sombreros de ala ancha o con flores decorativas. Los complementos coloridos, que recuerdan a los tocados lucidos por la Familia Real británica, también tienen cabida en los escaparates.
El primer paso hacia la industria de la moda
El arte de hacer sombreros no es solo un oficio antiguo, sino también, un trabajo minucioso. Pero, como comenta Hannelore Mertesacker, siempre se encuentran nuevos discípulos que se dejan formar por ella durante 3 años. Al fin y al cabo, el trabajo de sombrerero bien podría ser el primer paso de los jóvenes aprendices en su carrera profesional en la industria de la moda.
Las actividades son variadas: tomar las medidas, seleccionar las telas, coser, crear… Todo tiene lugar en el pequeño estudio de Mertesacker, donde los pupilos no sólo se encuentran con la máquina de coser, sino que también pueden observar cintas, tijeras, sombreros a medio hacer y tocados recién acabos que descansan sobre un molde de madera de tilo.
Las muñecas artesanas
Otro antiguo oficio artesanal es el de la fabricación de muñecas. A estos quehaceres uno no aprende ni en la escuela ni en la universidad. Lamentablemente no se trata de una profesión docente. Pero sin formación y sin práctica con las muñecas, cuesta encontrar personal cualificado que tenga habilidad para reparar estos juguetes. Para Annemarie Beusing, sin embargo, es un pasatiempo. Afirma que estaría encantada de transmitir sus conocimientos con las muñecas, pero el trabajo es tan meticuloso e intensivo que le deja poco tiempo para enseñar a otros.
Esta amante de los juguetes ha hecho una serie cursos en los cuales ha ido refinando la técnica de "aprender haciendo". "De hecho tengo media pared llena de bibliografía acerca de la fabricación de muñecas, reparación de juguetes", cuenta. Allí encuentra sus principales herramientas de trabajo: "hay que estar debidamente equipada para desempeñar esta labor", comenta.
Beusing restaura muñecas de tela o de celuloide. Tiene su mérito, ya que muchas tienen más de 50 años. Los precios de estos servicios dependen de los modelos y, por supuesto, de la condición en la que se encuentre la muñeca. Aunque lo que es seguro, es que este tipo de restauraciones no son nada baratas. Los servicios pueden oscilar hasta los 350 euros.
Autor: Monika Lohmüller/ NGR
Editor: Enrique López